Situado en una de las áreas más exclusivas de la Ciudad de Buenos Aires, La Casona de Belgrano, un restaurante recién inaugurado en el prestigioso club homónimo, atrae a una clientela numerosa todas las noches con sus generosos platos a precios asequibles.
Bajo la dirección de Miguel Angel Sosa, un chef con una vasta experiencia en la gastronomía, el tradicional club Belgrano, ubicado en las calles Arredondo y José Hernández, se ha convertido en un nuevo destino gastronómico que compite directamente con las ofertas de los vecinos polos gastronómicos: Barrancas de Belgrano y el Barrio chino.
Ofreciendo porciones diseñadas para compartir entre tres personas y una carta reducida pero adaptada al público del club, este restaurante ha experimentado un gran éxito.
Descubriendo La Casona de Belgrano: Historia y Gastronomía
El club Belgrano es un símbolo de tradición social y deportiva, establecido en 1909 y conocido por haber dado origen a destacados deportistas como Fran Cerúndolo, reconocido tenista, y Cecilia Bacigalupo, la número uno de pádel en los años 90.
Dentro de las instalaciones del club, en su edificio principal, conocido como La Casona, solía funcionar un restaurante que formaba parte de su historia, hasta que tuvo que cerrar sus puertas durante la pandemia. El chef Miguel Angel Sosa relata cómo antes se ofrecía un estilo de comida más acorde al ambiente de club, pero ahora, con su llegada, ha traído una propuesta gastronómica diferente, recibiendo elogios entusiastas de los socios del club por el cambio.
Con una amplia experiencia en la industria gastronómica, incluyendo trabajos en hoteles internacionales y en Barcelona, así como su participación como gerente de operaciones en La Cabrera, Miguel Angel Sosa es el hombre detrás de esta transformación. Además, dirige otros dos exitosos establecimientos en Hurlingham: La Casona del Retiro y 1980 Parrilla de Culto.
La oportunidad de revivir el restaurante en el club Belgrano surgió gracias a un amigo de Miguel Angel, quien es socio del club. Tras algunas negociaciones, la directiva del club quedó impresionada con la calidad de los platos del chef y decidieron ofrecerle la oportunidad de llevar adelante este proyecto gastronómico.
Menú
El menú actual es bastante limitado, según admite el chef: "Al principio diseñé un menú muy elaborado y pretencioso, pero luego reflexioné y consideré que los clientes primero necesitaban conocernos y confiar en nosotros". Como resultado de esta reflexión, el menú consta de siete entradas, siete platos principales y algunos postres. "Casi todos los platos son éxitos históricos de anteriores cartas", explica el chef. Dentro de las opciones, hay platos diseñados para compartir entre tres comensales y otros que son individuales: "Las porciones son generosas pero no excesivas, no me gusta lo exagerado", añade.
Entre las entradas se destacan las empanadas fritas de ternera braseada con hongos y cebollas confitadas, que se sirven de a dos y se acompañan con yasgua, una salsa picante de tomate. Los falafel son muy populares, descritos por el chef como "espectaculares", se sirven con salsa de yogurt.
En cuanto a los platos principales, el osobuco del rey es el más destacado. Se sirve la pieza entera de dos kilos y medio. Para su preparación, se adoba con condimentos especiales cuya receta el chef prefiere mantener en secreto. Luego se dora a la parrilla y se termina en el horno con un fondo de carne y vino tinto durante seis horas.