Un clásico que cruza océanos

El chocolate con churros llegó desde España para quedarse. En Argentina, los churros son un infaltable de las playas, pero con chocolate caliente se convierten en la compañía perfecta para los días fríos. Su mezcla de texturas y sabores lo hace un favorito de locales y visitantes que recorren la gastronomía porteña.

En el centro de la ciudad, hay dos paradas obligatorias para los fanáticos de esta combinación: Café Tortoni y Bar La Giralda. Ambos forman parte del patrimonio cultural y gastronómico de Buenos Aires, y ofrecen un viaje en el tiempo mientras se disfruta de una merienda que nunca pasa de moda.

Café Tortoni: tradición desde 1858

Ubicado en Avenida de Mayo 825, el Café Tortoni es mucho más que una cafetería: es una institución porteña. Fundado en 1858 por un francés llamado Touan, debe su nombre a un café parisino. Con mesas de mármol, paredes llenas de historia y una atmósfera que respira cultura, ha sido el punto de encuentro de figuras como Borges, Alfonsina Storni, Gardel y Quinquela Martín.

Entre su carta variada, el chocolate con churros se lleva todos los aplausos. Se sirve con tres unidades, crujientes y recién hechas, perfectas para mojar en el espeso chocolate caliente. Llegar es sencillo: el Tortoni está a pocas cuadras del Obelisco y cerca de estaciones de subte como Piedras (Línea A), Catedral (Línea D) y Bolívar (Línea E), además de varias líneas de colectivo.

Bar La Giralda: el sabor de la nostalgia

En Avenida Corrientes 1453, La Giralda es otro ícono de la gastronomía en Buenos Aires. Abierto en 1951, cerró sus puertas por un tiempo, pero volvió a la vida en 2021 con nueva administración, manteniendo intacto su espíritu. Su mostrador de madera, sus campanas de vidrio y su estética de época transportan a décadas pasadas.

Aquí, el chocolate con churros es una institución. El secreto está en sus churros, que llegan a la mesa calientes y crujientes por fuera, tiernos por dentro, ideales para acompañar el chocolate espeso. Además, La Giralda es conocida por sus sándwiches clásicos y un menú que abarca desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Se llega fácilmente desde la estación Uruguay (Línea B de subte) o en colectivos como el 24, 26, 146 y 180.

Una merienda con historia y sabor

Tanto el Café Tortoni como La Giralda no solo ofrecen una excelente merienda, sino que invitan a sumergirse en la historia de Buenos Aires. Son espacios donde el tiempo parece haberse detenido, y cada visita es una experiencia sensorial completa: aroma a café recién hecho, el sabor del chocolate caliente y la textura inconfundible de los churros recién salidos de la freidora.

Si buscás dónde comer en el centro de Buenos Aires y querés combinar un momento gourmet con un recorrido cultural, estas dos cafeterías son una parada obligatoria. Ideal para foodies, turistas o para cualquier porteño que quiera reconectar con un clásico eterno.