"Buscamos trascender el concepto convencional de restaurante o bar, transformándolo en un espacio más vinculado al arte donde la música sea el elemento central que nos acompañe cada noche". Uno de los aspectos destacados de Gris Gris son sus dos tocadiscos y una colección de discos que abarcan diferentes épocas y géneros, desde Michael Kiwanuka hasta Babasónicos y Nick Drake.
Situado en la frontera entre Palermo y Colegiales, Gris Gris es un bar con un sistema de sonido de alta fidelidad dedicado al "deep listening" o la escucha activa de vinilos, mientras se disfruta de comida, vino o cócteles. Su propietario, Bruno Albano, resume la esencia del lugar: "Buscamos trascender el concepto convencional de restaurante o bar, transformándolo en un espacio más vinculado al arte donde la música sea el elemento central que nos acompañe cada noche".
Uno de los puntos fuertes de Gris Gris son sus dos tocadiscos y una colección de discos que abarcan diferentes épocas y géneros, desde Michael Kiwanuka hasta Babasónicos y Nick Drake. Por lo general, entre semana suelen poner discos completos, mientras que los fines de semana invitan a DJs y amigos del local para que compartan sus colecciones.
El espacio, con capacidad para treinta personas, ofrece una selección reducida pero de alta calidad en su menú, y parece inspirado en los jazz kissa, clubes que surgieron en la década de 1960 en Japón y que celebraban la escucha activa de jazz. "Es un lugar diseñado para experimentar la música en todas sus dimensiones, un espacio íntimo con techo acústico y una iluminación tenue para crear una atmósfera acogedora", describe Albano.
3) EL LIMÓN BAR: CASTILLO 590
Lucas López Dávalos, el creador de El Limón, expresa: "La música es uno de nuestros fundamentos, es parte esencial de la identidad de nuestro establecimiento". Este bar, situado en el vecindario de Villa Crespo, ofrece algunas mesas al aire libre, una amplia variedad de cócteles y un menú reducido pero confiable. "Creo que las vibraciones musicales generan diferentes estados de ánimo, una experiencia que se complementa perfectamente al disfrutar de un delicioso cóctel", añade uno de los mentores de una de las mejores barras de Buenos Aires.
Con el objetivo de lograr una experiencia sonora impactante, el bar está decorado con alfombras que proporcionan una acústica casi perfecta, un sistema de alta fidelidad y monitores de estudio montados en una torre que distribuyen el sonido por todo el espacio. "Los graves son una parte crucial de nuestra experiencia sonora", reconoce el bartender, quien solía ofrecer cócteles inspirados en el rock nacional.
Los clientes que visiten El Limón durante la tarde para disfrutar de un cóctel podrán deleitarse con la colección de vinilos del lugar; en los platos giratorios suenan discos de hip hop y trap internacional. Luego, a la medianoche, se activa una lista de reproducción que abarca toda la escena contemporánea nacional, mezclada con algunos clásicos del rock argentino, que van desde Paco Amoroso hasta Sumo.
4) LAS PATRIOTAS DE VILARDO: PAUNERO 2880
En el primer piso de un hermoso y antiguo salón ubicado en la calle Paunero se encuentra LPV, un bar que, además de ofrecer vino, cócteles y una selección de "platitos", como les gusta llamarlos, destaca por su cuidada selección musical. "La música es tan vital para nosotros que lo primero que hicimos al reestructurar el lugar fue traer un piano", comparte Pipe Colloca, uno de los propietarios. Desde la apertura, varios músicos han tocado en el antiguo piano: "La idea detrás del piano es que pasen artistas y se genere algo especial", añade.
Además, todos los martes, el músico Gianluca Bonfanti Mele produce y programa "Jazzito", un evento de jazz diseñado para maridar con lo mejor del vino natural. Desde fuera, resulta difícil imaginar lo que ocurre detrás de la fachada en Palermo; una barra repleta de una amplia variedad de bebidas, empanadas, croquetas de ricota, agridulces de queso azul, vinos jóvenes de baja intervención y música de diversas épocas.
¡Cuidado! No siempre hay música en vivo; el lugar también ofrece listas de reproducción especialmente seleccionadas para cada día. "Entendimos que, dado el carácter antiguo y de madera del espacio, necesitaba respirar música negra, tango y boleros", resume Felipe.
5) SEDE BAR: GUEVARA 421
Otro de los destacados locales en Chacarita y en Buenos Aires en general es Sede, un establecimiento que tiene como objetivo popularizar y acercar el whisky a las nuevas generaciones, y lo hace a través de la música. En Sede, no se limitan a un solo género (en ningún sentido); los visitantes de este lugar en la calle Guevara pueden disfrutar desde reggaetón hasta soul.
"Creemos en la música como algo que complementa las demás experiencias en lugar de competir con ellas; en Sede, no clasificamos la música en buena o mala, simplemente compartimos lo que nos gusta", explica Juan Manuel Bidegain, uno de los propietarios.
Sede, como su nombre indica, busca ser un punto de encuentro y la música desempeña un papel crucial para mejorar estas interacciones, por lo que el espacio está diseñado para ofrecer una calidad de sonido excepcional con equipos de audio de primera categoría y materiales absorbentes.
En este bar, situado frente a la estación de colectivos de la línea 39, no encontrarás sillones, y si el clima lo permite, hay mesas en la vereda para disfrutar de platos rápidos pero elaborados, así como de una variedad de cócteles. Según el día, se presentan diferentes DJs, y recientemente se han estado organizando ciclos seleccionados por amigos del local y nuevas figuras de la escena cultural actual.
Estas propuestas representan una amalgama única de gastronomía, cócteles y música en algunos de los rincones más vibrantes de Buenos Aires. Desde Trane, inspirado en el jazz y con su característico piano, hasta el íntimo Gris Gris, con su enfoque en vinilos y ambiente de jazz kissa, cada lugar ofrece una experiencia única para los amantes de la buena música y la buena vida. Ya sea disfrutando de un cóctel en El Limón mientras suena una selección ecléctica de vinilos o deleitándose con los distintos géneros musicales en Sede, estos bares nos invitan a sumergirnos en un mundo donde la música es más que un acompañamiento, es el alma del lugar. En definitiva, en estos rincones de Buenos Aires, la música no solo se escucha, se vive.