26/11/2025
En pleno Palermo, Café Mishiguene propone un viaje directo a los sabores de la cocina judía desde una perspectiva contemporánea. Ideal para desayunar, almorzar, merendar o simplemente cortar la rutina con algo rico, este espacio liderado por Tomás Kalika se convirtió en un nuevo imán para los foodies que buscan experiencias auténticas en los restaurantes en Buenos Aires.
El creador del icónico restaurante Mishiguene llevó su identidad culinaria a una versión más relajada con Café Mishiguene, donde los platos tradicionales se presentan de forma simple, fresca y accesible. Con un enfoque marcado en la estacionalidad y lo artesanal, el lugar busca traer la memoria de la cocina judía a la mesa de todos los días.
Ubicado en Cabello 3181, pleno Palermo, el ambiente transmite cercanía y calidez, perfecto para quienes buscan dónde comer en Palermo sin necesidad de caer en lo obvio. Acá la gastronomía porteña se encuentra con recetas heredadas, técnica cuidada y un estilo moderno.
Desde temprano, la carta pone en escena una tentadora panadería casera con medialunas, croissants, rolls de canela, pan de queso y bagels elaborados ahí mismo. Para quienes necesitan energía extra, hay opciones más protagonistas:
Huevos revueltos con lox de trucha
Avocado toast
Bagel con queso crema, palta, tomate y huevo
Café de especialidad en todas sus versiones: espresso, capuccino, lungo o americano
Perfecto plan para desayuno potente o brunch extendido.

Cuando llega el almuerzo, aparece lo mejor de la cocina para compartir con pequeñas porciones que cuentan historias:
Falafel, latkes y tabule
Pickles caseros
Tzatziki de manzana y pepino
Arenque a la crema
Hummus en múltiples versiones (clásico, con hongos, con pimientos o hasta con roast beef)
Además, se destacan los sándwiches con pan recién horneado, como el icónico pastrón en pan pletzalej, el bagel de pavita especiada o los arayes de kebab de cordero. Ideal para comer entre amigos o en modo tapeo.

La cocina adquiere otra dimensión con preparaciones calientes que salen directo del horno, aportando aromas irresistibles:
Manakish de cabra
Burekas
Kachapuri
Lajmayin
También hay platos tradicionales reinterpretados como:
Schnitzel de pollo con huevo frito y papas
Guefilte fish (también versión sándwich)
Varenikes
Shakshuka
Una propuesta ideal para quienes buscan una comida completa y reconfortante.

Los postres merecen capítulo aparte. La pastelería combina clásicos de la tradición judía como:
Baklava
Strudel
Babka
Maamoul
Cigarros de philo
con opciones más actuales como mousse de maracuyá, mini lemon pie, mini tarta de nuez o el emblemático pastel Mishiguene.
Y, cuando cae la tarde, el espacio se transforma también en bar con tragos clásicos, vinos seleccionados y hasta una etiqueta propia desarrollada junto a Bodega Catena Zapata.

Cabello 3181, Palermo
Un rincón que combina tradición, técnica y simpleza en pleno corazón gastronómico de la ciudad.
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