El encanto de los bodegones porteños

Si hay algo que define la gastronomía porteña, son los bodegones. Esos lugares donde las porciones son tan abundantes como las sonrisas, donde cada comida se comparte sin apuro y donde la tradición sigue viva plato a plato.
En ese universo tan querido por los porteños, La Flor de Barracas se ganó su lugar entre los mejores restaurantes en Buenos Aires. Con un ambiente familiar, precios accesibles y recetas que huelen a hogar, es el típico sitio al que siempre se vuelve.

La estrella del menú: la milanesa gigante

En La Flor de Barracas, el plato insignia no necesita presentación: la milanesa XXL. Conocida por su tamaño descomunal y su sabor bien casero, es el orgullo del local.
Entre todas las versiones, la más famosa es la "Flor de Milanga", una bomba de sabor que combina queso fundido, arvejas, morrones, panceta y huevos fritos, servida con una montaña de papas fritas. Es el tipo de plato que se comparte, se celebra y se recuerda.

Pero no todo es milanesa: el menú también incluye pastas caseras con salsas artesanales, picadas para compartir y opciones vegetarianas como las milanesas de calabaza o berenjena, que también tienen su público fiel.

Un clásico del barrio de Barracas

Ubicado sobre la Avenida Suárez, La Flor de Barracas tiene una ubicación privilegiada dentro del barrio. Su fachada invita a entrar, y su interior respira ese aire cálido y familiar que caracteriza a los verdaderos bodegones de Buenos Aires.
Abierto durante todo el día, es un punto de encuentro ideal tanto para un almuerzo rápido entre semana como para una cena relajada entre amigos o en familia.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Poison tilt (@elsommelierdelcafe)

Cómo llegar a La Flor de Barracas

Llegar hasta este clásico porteño es muy fácil. El bodegón está bien conectado con distintos medios de transporte:

• Subte: Línea C, estación Constitución.

• Colectivos: líneas 4, 45, 101 y 146, con paradas a pocos metros del local.

Gracias a su ubicación estratégica, es una gran opción para quienes buscan dónde comer en Barracas sin tener que alejarse demasiado del centro porteño.

Una experiencia bien porteña

La Flor de Barracas representa todo lo que hace grande a los bodegones: comida abundante, atención cercana y ese ambiente donde cada plato tiene historia. Es el tipo de lugar donde se celebran encuentros, donde el mozo te llama por tu nombre y donde la milanesa llega al plato con una sonrisa incluida.

Si sos amante de la gastronomía porteña y buscás un rincón auténtico donde disfrutar sin pretensiones, este bodegón de Barracas es una parada obligada. Porque en Buenos Aires, hay cosas que nunca cambian -y por suerte, los buenos bodegones son una de ellas.