06/03/2024

Bodegón

Bodegón de Pastas Económico

Instalada en el barrio chacarita en 1958, sobrevivió a la pandemia fiel a sus platos icónicos y su espíritu de restaurante familiar. Por sus mesas pasaron Raúl Alfonsín, Alberto Olmedo y Jorge Porcel.


Desde el exterior, el restaurante Albamonte pasa desapercibido, apenas se divisa una vidriera cubierta por cortinas y una puerta doble con un vestíbulo de recepción. Sin embargo, en su interior se encuentra uno de los bodegones más apreciados de la Ciudad de Buenos Aires, que fusiona sus raíces italianas con las influencias de las inmigraciones, los ingredientes locales y las recetas globales. Sergio Iannone, junto a su esposa Claudia Carmona, relata a La Nación la historia de Albamonte, una cantina que refleja su ascendencia italiana y su arraigo en Argentina, siendo él la primera generación nacida en el país.

La trayectoria de Albamonte incluye una mudanza inicial desde el microcentro a Chacarita, varios cambios de socios, un linaje familiar y la visita de numerosos clientes destacados, entre ellos, el expresidente Raúl Alfonsín, quien disfrutó de las famosas pastas y pizzas del lugar. Aunque se dice que Albamonte surgió en 1958, su verdadera fecha de apertura fue en 1951, en la calle Sarmiento al 600, antes de su traslado al actual local en Chacarita.

Desde entonces, Albamonte ha sido testigo de los cambios significativos en el barrio de Chacarita a lo largo de los años, manteniéndose fiel a su menú ítalo-porteño y a una atmósfera de elegancia con su característico entablillado de madera oscura, cortinas blancas y un servicio de calidad. A pesar de la pandemia, han decidido mantener una capacidad reducida de 80 cubiertos para garantizar la comodidad de los clientes, mientras exploran nuevas oportunidades a través del servicio de delivery.

El restaurante se ha convertido en un lugar de encuentro para habitués, con mesas reservadas de antemano, como la número 24, donde grupos de amigos se reúnen regularmente, incluso solicitando platos especiales fuera de la carta. Sergio ha forjado amistades con muchos de estos clientes, quienes a veces lo invitan a sus hogares, creando un vínculo cercano y duradero entre Albamonte y su comunidad de comensales.


En la parte trasera del salón de Albamonte, lejos de la vista de los comensales, se encuentra la cocina, un amplio espacio dividido en diferentes áreas dedicadas a la preparación de fuegos, producción, pastelería y pasta. En una habitación más pequeña se encuentra el horno de ladrillos tradicional, alimentado con quebracho colorado, de donde sale la pizza recién hecha. Esta pizza es fina y ligera, en contraste con las más gruesas y abundantes que se encuentran en la zona, pero igualmente repleta de ingredientes. Sergio menciona una de las pizzas más populares, la "Mercedes-Benz", que se divide en tres sabores, inspirados en el logo de la marca automotriz: mozzarella, fugazzetta y pizzaiola de tomate y ajo.

Elegir un solo plato resulta complicado, ya que el menú ofrece una variedad de platos de la cocina local. Todas las pastas son caseras y elaboradas con huevo, como los fusillis con tuco y pesto, o los rigatone a la príncipe di napoli. También son muy apreciados los ravioles de verdura, pollo y seso. El pollo se cocina al momento y se sirve a la provenzal, a la calabresa o a la gasparini, con vino blanco, ajo entero y romero. Sergio destaca la milanesa a la napolitana, hecha con bola de lomo y cubierta con tuco, mozzarella y jamón natural, recomendándola como una opción para compartir.

Como un auténtico restaurante histórico, se percibe el orgullo tanto de la familia como del grupo de empleados. Aunque la pandemia redujo el equipo de 20 a 14 personas, los que permanecen son parte de la casa desde hace más de 25 años. Daniel Gómez, el maestro pizzero, junto con los cocineros Cacho Trejo, Antonio Soria y Herminio González, son parte de este equipo. En Albamonte no hay recetas escritas, cada uno sabe cómo hacer todo tipo de trabajo, desde las minutas hasta los postres. Si alguien falta, los demás se encargan de cubrir su lugar.

Para el postre, se recomienda probar el merengue mixto, crujiente por fuera y húmedo por dentro, servido sobre dulce de leche y crema batida. Estos merengues se preparan en el mismo horno de la pizza, aprovechando el calor residual que queda después del servicio. Permanecen en el horno durante varias horas para obtener esa textura característica.


COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Mbejú de queso: la receta fácil para un clásico del Litoral
recetas

Mbejú de queso: la receta fácil para un clásico del Litoral

17/03/2025

Un plato guaraní que conquista paladares con su sabor y simplicidad leer mas

Descubrí el secreto mejor guardado de la cocina: el comino negro y sus beneficios
novedades

Descubrí el secreto mejor guardado de la cocina: el comino negro y sus beneficios

17/03/2025

El comino negro es el condimento que está revolucionando la gastronomía saludable. Descubrí por qué deberías incorporarlo a tu dieta. leer mas

Subscribite para recibir todas nuestras novedades

la voz de tandil

Edición Nº 1705 correspondiente al día 17/03/2025 Domicilio comercial: Bs. As. | Tel: