Pulenta Estate: una postal hecha realidad en Agrelo

A veces el paisaje parece demasiado perfecto para ser real. Viñedos prolijos, cielos intensos, montañas imponentes y una bodega que parece salida de una galería de arte. Así se presenta Pulenta Estate, uno de los destinos enoturísticos más recomendados de Mendoza.

Ubicada en Agrelo, dentro del departamento de Luján de Cuyo, esta bodega familiar fundada en 2002 por los hermanos Eduardo y Hugo Pulenta se convirtió en un verdadero ícono. No solo por sus vinos de alta gama, sino también por el entorno que la rodea y la experiencia que propone.

Una experiencia para todos los sentidos

Quienes visitan Pulenta Estate no solo degustan vinos: viven un recorrido sensorial que combina historia, arte, naturaleza y hospitalidad. Las visitas guiadas recorren los viñedos, explican cada etapa del proceso productivo y culminan con una cata en un entorno íntimo, rodeado de ventanales que enmarcan la cordillera de los Andes como si fueran parte del diseño interior.

El espacio ha recibido a viajeros de todo el mundo, como el piloto de Fórmula 1 Valtteri Bottas, y se destaca por su atención personalizada, el silencio del entorno y la armonía que se respira. Ideal para una escapada romántica o un plan diferente con amigos o en pareja.

Viñedos de altura y alma italiana

Pulenta Estate trabaja con dos fincas: La Zulema, en Agrelo, donde se encuentra la bodega principal; y Don Antonio, en Tunuyán, dentro del Valle de Uco. Ambos viñedos están ubicados a más de 900 metros sobre el nivel del mar, lo que permite una maduración lenta y balanceada de la uva. Esto da lugar a vinos elegantes y complejos, como el clásico Malbec, el Cabernet Sauvignon o el Chardonnay de la casa.

Pero más allá del producto, el lugar refleja un legado: el de una familia que llegó desde Italia con la pasión por el vino en la sangre y que hoy proyecta ese amor en cada rincón de la finca.

Cómo llegar y planificar tu visita

Pulenta Estate está a 35 kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza, lo que equivale a unos 40 minutos en auto. Se accede fácilmente tomando la Ruta Nacional 40 y luego la Ruta Provincial 86, también conocida como parte de los "Caminos del Vino".

El trayecto en sí ya es parte del encanto: paisajes rurales, montañas al fondo y viñedos que anticipan lo que será una jornada inolvidable. Muchas agencias locales ofrecen excursiones que incluyen esta bodega, aunque también podés visitarla por tu cuenta. Es fundamental reservar con anticipación.