04/08/2025
En el corazón de la región de Cuyo, el pequeño pueblo de Balde se posiciona como uno de los destinos turísticos más encantadores de San Luis. Famoso por sus aguas termales y rodeado de paisajes que parecen de otro planeta, como las Salinas del Bebedero, este rincón invita a relajarse, desconectarse del ruido y disfrutar en familia de una experiencia donde la salud, la naturaleza y la tranquilidad van de la mano.
A sólo unos kilómetros de la ciudad de San Luis, en plena región de Cuyo, se encuentra Balde, un pequeño pueblo que cada vez recibe más turistas de todo el país gracias a sus famosas aguas termales y al entorno natural que lo rodea. Ideal para escapadas cortas o fines de semana largos, Balde es una joyita turística que combina historia, bienestar y paisajes impactantes.
Aunque tiene dimensiones modestas, su oferta turística es poderosa. Balde nació alrededor de una estación de tren, pero el tiempo lo convirtió en un destino buscado por quienes quieren alejarse del estrés urbano y conectarse con la naturaleza.
El gran atractivo del lugar son sin dudas sus aguas termales, reconocidas por sus propiedades terapéuticas. El Centro Termal Municipal, ubicado en un edificio de 1942, es uno de los complejos más visitados. Ofrece habitaciones privadas con baños termales, pileta al aire libre, y un amplio sector de camping. Un combo perfecto entre confort, naturaleza y precios accesibles.
Las aguas pueden alcanzar temperaturas de hasta 43°C y son ideales para tratar problemas reumáticos, afecciones hepáticas y dolores musculares, convirtiéndose en una opción muy elegida por turistas mayores, pero también por familias que buscan una experiencia diferente.
A pocos kilómetros del centro de Balde se extiende otro de sus grandes tesoros: las Salinas del Bebedero. Este paisaje blanco y plano que se pierde en el horizonte parece sacado de una postal del desierto de Uyuni, en Bolivia, pero está acá nomás, en San Luis.
Durante el invierno, el salar alcanza hasta 15 kilómetros de extensión y genera una experiencia visual impresionante, ideal para sacar fotos, caminar al atardecer o simplemente contemplar la inmensidad.
Balde es perfecto para quienes buscan un turismo tranquilo, accesible y cercano. El ambiente es sereno, la gente cálida y los servicios están pensados para recibir al visitante con todo lo necesario sin perder el espíritu de pueblo.
Entre baños termales, paisajes de sal y un cielo limpio que de noche regala cielos estrellados increíbles, este destino puntano lo tiene todo para quienes buscan una escapada saludable, diferente y revitalizante.
Balde está ubicado a unos 30 kilómetros de la ciudad de San Luis y se puede llegar en auto en menos de media hora por la Ruta Nacional 7. También existen colectivos que parten desde la capital provincial, lo que lo convierte en una opción accesible para todos los bolsillos.
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