Palermo tiene su propio "club del cumpleaños feliz"

Si sos de los que aman los bodegones porteños, Il Vero Arturito es una parada obligada. Pero si además estás cerca de tu cumpleaños (o querés agasajar a alguien que sí lo está), tenés un motivo más para visitarlo: la casa invita al cumpleañero.

Ubicado sobre Bonpland 1712, a pasos de las principales arterias de Palermo, este restaurante de espíritu tradicional y corazón generoso abre sus puertas de martes a domingo desde las 18 hs, con una propuesta que combina sabores de toda la vida con una atención que te abraza desde que entrás.

Platos que cuentan historias (y no escatiman en porciones)

La carta es una oda a la cocina porteña, con esos clásicos que no fallan: desde unas rabas crocantes con limón hasta una tortilla babé que sale humeante a la mesa. Pero también hay lugar para los homenajes más golosos, como los higos en almíbar con crema o el brownie con helado, que no escatima en dulce de leche ni en cariño.

Algunos imperdibles de la casa:

• Bife de lomo Arturito con papas rejilla y huevo a caballo

• Trucha al roquefort con puré duquesa

• Fusiles napolitanos con jamón, pollo y champiñones gratinados

• Milanesa con salsa y queso, para los que no transan

• Mejillones a la provenzal, un mar de sabor

Los precios son razonables considerando las porciones y la calidad de los ingredientes. Una cena promedio ronda los $12.000 por persona, incluyendo entrada, plato principal, bebida y postre. Y si es tu cumple, esa cuenta baja considerablemente: el plato principal te lo regalan, y el aplauso viene de yapa.

Comer como en casa, pero sin lavar los platos

El ambiente de Il Vero Arturito es el de los bodegones de antes, con mozos que conocen a sus clientes por el nombre, una carta sin pretensiones pero con alma, y mesas largas que invitan a brindar, compartir y repetir. Las paredes exhiben fotos de otras épocas, y la música de fondo acompaña sin imponerse.

Ideal para cenas familiares, encuentros con amigos o celebraciones más íntimas, el lugar tiene una energía festiva permanente. La experiencia del comensal es cálida, abundante y auténtica. Cada plato es un guiño a la tradición, y cada brindis se siente como en casa.

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¿Cómo llegar?

Está bien conectado con varias líneas de colectivo como la 141 y la 168, y a solo unos minutos caminando de la estación Palermo del subte D. Ideal para quienes vienen desde distintos puntos de la ciudad.