Viejo Patrón: donde el asado se vive con elegancia y conocimiento

Si creías que ya habías probado todas las parrillas de Buenos Aires, quizás te falta una experiencia distinta. En Liniers, lejos del ruido turístico y del circuito gourmet más transitado, Viejo Patrón propone una forma nueva de acercarse al asado argentino: con conocimiento, sensibilidad y respeto por el producto.

El maestro detrás de la carne

El responsable de este concepto es Julio Gagliano, sommelier de carnes profesional y fundador de la Asociación Argentina de Sommeliers de Carnes. Su formación en la Facultad de Veterinaria de la UBA y su experiencia en análisis sensorial, trazabilidad y calidad lo convierten en una figura clave para quienes valoran la carne no solo por su sabor, sino también por su historia, textura y origen.

Gagliano no solo selecciona personalmente cada corte -priorizando novillo Angus de pastura-, sino que también supervisa la cocción con una precisión quirúrgica. El resultado: carnes jugosas, sabrosas y con el punto justo.

Una carta que abraza la tradición y se anima a innovar

La propuesta gastronómica de Viejo Patrón gira en torno al fuego, pero va mucho más allá de la parrilla básica. Entre los destacados:

• Asado especial del centro

• Vacío en manta

• Bife de chorizo mariposa

• Costillar braseado

• Entraña entera

• Selección de lomo, cuadril y bife

También hay lugar para achuras clásicas como mollejas, chinchulines, riñón y chorizo artesanal, además de entradas creativas como:

• Empanadas de cordero o morcilla

• Provoleta con nueces fritas, rúcula fresca y reducción de aceto

¿Un toque diferente? Vegetales grillados, pastas caseras y salmón al grill para quienes quieren variar.

Para acompañar, guarniciones tradicionales como papas cuña o fritas, ensaladas, y platos con identidad local como la milanesa de bife de chorizo a la napolitana o el matambre a la pizza.

El entorno: elegancia barrial con alma de asador

Ubicado en una casona de estilo francés que mantiene su fachada original, Viejo Patrón sorprende desde la vereda. Adentro, la propuesta se divide en varios espacios, cada uno pensado para una experiencia distinta:

• Salón principal con parrilla a la vista, ideal para ver al equipo en acción.

• Deck exterior, perfecto para almuerzos soleados.

• Primer piso con piano y cava climatizada, para cenas más íntimas.

• Terraza semi-techada, que se luce en las noches templadas de primavera y verano.

El clima general es sofisticado pero descontracturado, con una carta de vinos cuidadosamente seleccionada por el propio Gagliano. La experiencia se completa con postres a cargo de Florencia Gagliano, como flan casero, panqueques y volcán de chocolate.