24/10/2025

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Tres rincones imperdibles para disfrutar de buena comida, diseño y arte

A solo una hora de la Ciudad de Buenos Aires, City Bell invita a bajar el ritmo. Con calles arboladas, ferias culturales y propuestas gourmet con identidad propia, este rincón bonaerense combina arte, diseño y sabores únicos. Te contamos tres lugares que vale la pena descubrir.

Refugio Abierto: cocina sin gluten y alma musical

En la calle 13 C, Refugio Abierto se presenta como mucho más que un restaurante: es un espacio cultural donde la música, el arte y la buena comida se encuentran.
Su propuesta, 100 % libre de gluten, nació del deseo de crear un lugar inclusivo y acogedor, donde nadie quede afuera de la experiencia gastronómica. La chef Luisana Tagliafico diseñó una carta que combina creatividad, producto fresco y platos llenos de color.

Entre las opciones destacadas, se puede disfrutar de una tortilla ligada con su propio almidón, servida con alioli casero, tomates cherry confitados y aceite verde. También brillan las pizzas artesanales con sabores de estación -como la "Soulé", con mozzarella, roquefort, pickles de remolacha, duraznos asados y garrapiñada de cajú- y los entrepans con ternera braseada al Malbec, ajo negro, rúcula y chutney de cebolla.

Las ensaladas frescas completan el menú, con combinaciones de hojas verdes, calabaza asada, arroz yamaní, palta y remolacha en conserva. Todo se sirve en un ambiente cálido, con living, galería y jardín, donde la gastronomía se combina con una energía serena y cercana.

Dónde: 13 C N.º 455, entre 471 y 472, City Bell
Instagram: @lacasa.refugioabierto


Nórdico Café: diseño escandinavo y sabor local

Para los amantes del diseño y el buen café, Nórdico Café es una parada obligada en City Bell. Este espacio combina una tienda de objetos escandinavos con un café de autor donde cada detalle transmite calma y armonía.

Su propuesta gastronómica acompaña el estilo del lugar: simple, natural y equilibrada. Se pueden probar cafés de especialidad, té en hebras, chocolatada o limonadas con jengibre y menta. Entre los platos, sobresale el avocado toast vegano, con palta, tomates cherry, tofu marinado y aceite de oliva, o el tradicional smørrebrød danés, un sándwich abierto con toques agridulces que representa la esencia del norte europeo.

Los dueños definen el lugar como una experiencia integral, donde el café se convierte en un "bálsamo para el corazón y el espíritu". Cada objeto y cada taza cuentan una historia hecha a mano, en un entorno que invita a disfrutar sin apuro.

Dónde: Calle 472, entre 14 A y 14 B, City Bell
Instagram: @nordicocafe.cb

Nórdico café, en City Bell

Hotel City Bell: un bar ecléctico con historia

En una casona antigua ubicada sobre Diagonal 93, a pocos metros de la avenida Cantilo, el Hotel City Bell combina historia, arte y sabor en un entorno encantador. Este hotel boutique se destaca por su ambientación: muebles antiguos, estanterías de madera oscura y retratos familiares que relatan la historia del lugar.

El bar y el salón principal invitan a una pausa tranquila, ideal para un Five o'Clock Tea con una porción de cheesecake, lemon pie o crumble de manzana. También hay opciones sin TACC y snacks salados para acompañar con un café o un trago suave al atardecer.

Uno de los rincones más especiales del lugar es su biblioteca, una joya para los curiosos. Entre libros de distintos géneros y cuadros nostálgicos, cada recoveco respira calidez y sofisticación. Una opción perfecta para quienes buscan un plan distinto, entre libros, arte y buena pastelería.

Dónde: Diagonal 93 N.º 173, City Bell
Instagram: @hotelcitybell

Bar Hotel City Bell: Una de las características más destacadas del living es su inigualable biblioteca

City Bell, un paseo ideal para foodies y curiosos

Con propuestas que van desde lo gourmet hasta lo artístico, City Bell se consolida como uno de los polos gastronómicos más atractivos del conurbano. A solo una hora de la capital, ofrece una escapada relajada, perfecta para quienes buscan dónde comer cerca de Buenos Aires sin perder el encanto de lo local.

Ya sea una cena sin gluten en Refugio Abierto, un brunch en Nórdico Café o una merienda entre libros en el Hotel City Bell, esta localidad invita a redescubrir la gastronomía porteña desde otro ritmo: el del disfrute, la calma y los sabores que cuentan historias.

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