Un rincón clásico en el corazón de Buenos Aires

En una ciudad donde cada barrio tiene su propio sabor, La Paternal se distingue por mantener la esencia porteña más genuina. Calles tranquilas, vecinos de toda la vida y una gastronomía que mezcla tradición con identidad. En ese paisaje se encuentra Viejo Mundo, un bodegón emblemático que lleva años conquistando paladares con su propuesta simple y honesta.
Ubicado en la esquina de Warnes y Raulíes, este restaurante es uno de esos lugares donde el tiempo parece detenerse. Con un ambiente cálido, mesas amplias y atención familiar, Viejo Mundo invita a sentarse sin apuro y disfrutar de una comida de verdad.

El sabor casero que enamora a los porteños

La carta de Viejo Mundo es amplia y tentadora, pensada para todos los gustos. Desde clásicos de bodegón hasta opciones más exóticas, cada plato está preparado con ingredientes frescos y recetas que respetan la tradición.
Entre las especialidades más elegidas por los comensales se destacan:

• Pastas caseras al dente, servidas con salsas abundantes.

• Milanesas gigantes, ideales para compartir.

• Tortillas doradas y esponjosas, un infaltable de la gastronomía porteña.

• Pescados y mariscos preparados con el toque justo de sabor.

• Carnes exóticas, como ñandú y ciervo, que sorprenden por su textura y originalidad.

• La famosa pizzanesa a la napolitana, una fusión irresistible entre dos clásicos argentinos.

Para el final, los postres no se quedan atrás: tiramisú, flan, budín de pan y helados artesanales completan una experiencia gastronómica que rinde homenaje a la cocina de antes, esa que se disfruta con gusto y sin apuro.

Un bodegón con alma de familia

Viejo Mundo es de esos lugares que se sienten como una extensión del hogar. Su ambiente acogedor, las porciones generosas y el trato amable hacen que las familias vuelvan una y otra vez. No faltan las charlas largas, los brindis espontáneos ni los aplausos cuando sale un plato humeante de la cocina.
La ubicación es otro de sus puntos fuertes: fácil de acceder desde cualquier zona de la ciudad, lo que lo convierte en una parada ideal para quienes buscan dónde comer en La Paternal sin gastar de más y con la garantía de sentirse bien atendidos.

Cómo llegar a Viejo Mundo

Llegar al bodegón es sencillo, tanto en transporte público como en auto. Las líneas de colectivo 80, 105 y 112 tienen paradas a pocos metros, y la línea San Martín deja a los visitantes muy cerca si bajan en la estación La Paternal. Quienes prefieran ir en vehículo propio también encontrarán opciones de estacionamiento a pasos del restaurante.

El horario es perfecto para quienes quieren disfrutarlo tanto al mediodía como a la noche: de martes a domingos, de 11:30 a 00:00.

Un imperdible de la gastronomía porteña

Viejo Mundo representa todo lo que amamos de los bodegones porteños: comida casera, atención amable, porciones abundantes y precios accesibles. Pero además, se anima a ir un paso más allá con platos exóticos que sorprenden sin perder la esencia barrial.
En tiempos donde la gastronomía se llena de modas, este rincón de La Paternal mantiene viva la tradición con ese espíritu que solo los verdaderos restaurantes de Buenos Aires saben conservar.