Un paraíso escondido entre ríos y montañas

A poco más de 80 kilómetros de la ciudad de Córdoba, San Clemente ofrece todo lo que uno imagina cuando piensa en una escapada serrana: caminos de tierra, cielos despejados, silencio, aromas silvestres y agua fresca corriendo entre piedras.

La localidad se encuentra en el departamento de Santa María, y está atravesada por los arroyos Las Granadillas y Las Tazanas, además de los ríos Suela, San José y San Pedro, que no solo embellecen el paisaje, sino que invitan a refrescarse durante los días de verano.

Ideal para caminatas, cabalgatas o simples momentos de contemplación, el lugar permite desconectar por completo del ritmo urbano y conectarse con la naturaleza en su estado más puro.

Pesca, senderismo y avistaje de cóndores

Más allá del descanso, San Clemente ofrece varias actividades para quienes aman estar en movimiento, siempre en clave de naturaleza:

• Paseos a caballo o caminatas por senderos que cruzan pinares y espinillos.

• Avistaje de fauna local, con la posibilidad de ver al majestuoso cóndor andino sobrevolando el cercano Parque Nacional Quebrada del Condorito.

• Pesca deportiva de truchas en el Córdoba Trucha Club, un espacio que promueve la cría responsable y ofrece experiencias únicas para pescadores de todos los niveles.

• Visita a la capilla Nuestra Señora de la Merced, construida íntegramente en piedra en 1947, un ícono del lugar.

• Excursiones en bicicleta, ecoturismo y descanso en las orillas de los ríos, sobre todo en otoño o primavera.

Dónde alojarse en San Clemente

La oferta de alojamiento en San Clemente es pequeña pero encantadora. Hay una hostería familiar, complejos de cabañas, camping, algunas estancias turísticas y alquileres temporarios que se adaptan a diferentes gustos y presupuestos.

El plus: muchos de estos hospedajes están ubicados junto a los arroyos o con vista a los cerros, lo que garantiza una experiencia serena y cercana al entorno natural.

Una pausa con sabor local

Aunque no es el foco del viaje, la gastronomía local acompaña la experiencia. Muchos lugares sirven trucha fresca, ya sea a la parrilla, al limón o con hierbas serranas. También se pueden encontrar dulces caseros, panes de campo y comidas criollas como locro o empanadas durante los fines de semana largos.

Una buena opción es comer en alguna de las hosterías o en el mismo Córdoba Trucha Club, donde suelen ofrecer platos sencillos pero con productos locales y bien preparados.

¿Cómo llegar?

• En auto: desde Córdoba capital, tomar la Ruta Provincial 5 hasta Alta Gracia, y luego continuar por la ruta S271. Son unos 80 km en total, y el paisaje del camino ya anticipa lo que te espera.

• En colectivo: la empresa Pájaro Blanco llega hasta Alta Gracia, donde se puede hacer combinación con otro servicio hasta San Clemente.

¿Por qué vale la pena ir?

Porque San Clemente no está en los catálogos ni en las cuentas de Instagram más conocidas, y eso justamente lo hace especial. Es un lugar para quienes quieren evitar las multitudes y vivir la sierra desde otro lugar: más simple, más tranquilo, más real.

El sonido del río, el vuelo de un cóndor, el aroma de los pinos y un plato de trucha bajo el sol son parte de un combo difícil de olvidar.