Historia con sabor a barrio

Detrás del Club Montañés, fundado por inmigrantes cántabros en 1923, se encuentra Montañeses: un restaurante que nació en los 90 -de la mano del padre y su hermano- y se transformó en un referente barrial de Colegiales. Hoy, Guido y Stephan Calandra Taboada -criados entre cazuelas y almuerzos dominicales- mantienen viva esa llama con honradez y mucha onda.

Cuándo comer con historia

Aunque comenzó como un humilde buffet para socios del club, fue creciendo con boca de barrio hasta convertirse en un favorito local por su cocina hogareña, platos abundantes y ambiente familiar. Los domingos transmiten un clima relajado, los sábados se anima a grupos grandes, y en la semana el lugar ya pide reserva -y no es casualidad.

La carta que conquista

Lo que más se destaca es la paella hecha con un auténtico arroz español -una joyita que no se ve en cualquier lado. Pero no es lo único: hay tortillas de papa, rabas, mariscos, pulpo y cazuelas que abrazan el sabor de la península ibérica. Todo servido con generosidad, camaradería y ese sazón que solo tiene el barrio.

Cine, sabor y barrio en un solo plato

Para los cinéfilos, Montañeses tiene un lugar especial en la historia del cine argentino: sirvió como escenario de El hijo de la novia, uno de esos clásicos que laten desde la pantalla chica. Así, cada plato se disfruta con la sensación de compartir no solo amor por la comida, sino también por la cultura local.

¿Por qué vale conocerlo?

• Es un viaje al pasado barrial con sabor tradicional y esencia española.

• Perfecto para quienes buscan dónde ir en Colegiales con historia, identidad y buena onda local.

• Funciona al mediodía y a la noche: ideal para almorzar o cenar en un plan auténtico fuera de lo común.