¿Qué hay de raro en el helado porteño?

Arrancamos fuerte con una explosión de creatividad helada. El clásico vigilante se metamorfosea en helado de queso con dulce de membrillo en Cadore, en Corrientes. Más cerca, en Palermo, Alchemy se luce con sabores como Campari con naranja, cerveza, piña colada y roquefort, mostrando que los límites solo existen hasta donde se animan los heladeros.

Un homenaje a la cultura argentina

La inventiva sigue con el icónico Fernet con Coca, convertida en helado y replicada en varias heladerías del país. También hay propuestas más sentimentales como Dulce Scaloneta, una crema veteada con obleas bañadas en chocolate blanco y dulce de leche, inspirada en la Selección.

Diversidad sorprendente alrededor del país

No es solo cosa de CABA. En Misiones, la yerba mate se reinventa como helado junto a pétalos de rosa mosqueta, una mezcla fresca y local Ambito. En la heladería Pachi (Berazategui) se atreven a más: hay sabores como mate, Palito de la Selva, chicle o Fernet con Coca, todos hechos con espíritu viral.

¿Por qué probar estos sabores?

• Son una forma deliciosa de explorar la gastronomía porteña desde una perspectiva diferente y divertida.

• Perfectos para armar una salida original: una vuelta por Palermo, luego parada obligada en una heladería excéntrica... y listo, el momento foodie está asegurado.

• Compartibles en redes, protagonistas de anécdotas y experiencias que siempre sorprenden.