27/06/2025
Ubicado en una esquina emblemática del barrio de La Boca, el Café Roma Bar lleva más de 100 años contando historias. Entre sus mesas alguna vez sonaron las voces de Gardel y Razzano, se cruzaron payadores y referentes del jazz, y se construyó un legado que hoy atrae a turistas curiosos por conocer la Buenos Aires más auténtica. Restaurado por una familia que lo volvió a poner en pie, este bar notable es una parada obligada para quienes quieran viajar al pasado sin salir de la ciudad.
Caminar por La Boca es sumergirse en una postal porteña: casas de chapa coloridas, arte callejero, aroma a café y tango de fondo. Pero a unas cuadras de Caminito, en la esquina de Olavarría y Almirante Brown, hay un lugar que parece detenido en el tiempo: el Café Roma Bar.
Fundado en 1905 como almacén con despacho de bebidas, el lugar fue ganando identidad a medida que las historias del barrio se colaban por sus puertas. La más célebre es la del joven Gardel, quien, junto a Razzano, solía sentarse a tomar café mientras se abría camino en el mundo del tango. La escena quedó inmortalizada en el tango "El Morocho y el Oriental", escrito por Enrique Cadícamo.
El Roma fue escenario de encuentros memorables. Por sus mesas pasaron figuras como Juan de Dios Filiberto, Agustín Bardi, Francisco Canaro, Gabino Ezeiza e Hilario Cazón. En una época en la que La Boca hervía de vida cultural, este bar se convirtió en un centro de reunión para músicos, poetas y vecinos.
Y no todo fue tango. En las décadas siguientes, también se escuchó jazz. Roberto "Fats" Fernández, uno de sus referentes, vivía a pocas cuadras y a veces tocaba desde su casa. Los vecinos se acercaban al bar para escucharlo, y al terminar, lo aplaudían desde las veredas.
Tras años de abandono, en 2001 la familia Randazzo adquirió el bar y lo restauró respetando su esencia. Quitaron el falso techo y dejaron a la vista la bovedilla original, colocaron un piso de damero, restauraron la antigua barra de madera y recuperaron vitrinas con objetos que cuentan la historia del barrio y sus habitantes.
Hoy, Antonella Randazzo, nieta de los restauradores originales, está al frente del café. Su impronta es la de siempre: hospitalidad, calidez y ganas de que cada visitante se sienta parte del lugar, como si fuera un habitué más.
Visitar el Café Roma Bar: una experiencia con alma porteña
Ya sea para tomar un café con medialunas, sentarse a leer el diario o simplemente dejarse llevar por la nostalgia del lugar, el Café Roma Bar es una parada imperdible para quienes quieren conocer la Buenos Aires real, la de los bares de barrio con historia y corazón.
Dirección: Olavarría 409 (esquina Almirante Brown), La Boca
Horario: lunes a sábado, de 7 a 20 h
Recomendación: Ideal para visitar luego de recorrer Caminito y el Museo Quinquela Martín
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