Un pueblo donde el tiempo se detuvo (para bien)

San Javier no aparece en los mapas turísticos más conocidos, y eso lo hace aún más especial. Ubicado a 160 km de la ciudad de Santa Fe y a unas 7 horas por ruta desde Buenos Aires, este pueblo ribereño seduce con una atmósfera única. Entre cielos abiertos, calles de tierra y el verde infinito de los humedales, ofrece una experiencia visual, histórica y sensorial difícil de encontrar en otros destinos cercanos.

El pueblo tiene raíces franciscanas y un fuerte legado colonial que se respira en sus casas bajas, capillas antiguas y ritmo pausado. Pero también tiene una conexión muy particular con el cine: en 1917 fue escenario de El último malón, una de las primeras películas argentinas en incluir actores reales del lugar y hechos históricos de la zona. Esta joya del cine nacional dejó una huella tan profunda que hoy, más de un siglo después, el espíritu de aquella historia sigue latiendo en cada rincón.

Qué hacer en San Javier: entre la calma, el río y la historia

Este pueblo es ideal para quienes quieren combinar descanso con descubrimiento. Sus principales atractivos giran en torno a la naturaleza, la cultura local y la posibilidad de reconectar con lo esencial:

• Explorar los humedales del Paraná: con paseos en lancha, caminatas por la planicie aluvial y observación de aves. La biodiversidad es impresionante y se puede recorrer con guías locales.

• Pescar en el río San Javier: la zona es conocida por su pesca deportiva, especialmente de especies como dorado, surubí y boga.

• Recorrer su patrimonio histórico: iglesias, museos y vestigios de las misiones franciscanas se combinan con relatos orales que enriquecen cada paseo.

• Conocer el detrás de escena del cine pionero: algunos habitantes aún recuerdan anécdotas sobre la filmación de El último malón, y es posible visitar locaciones clave o consultar archivos sobre la película.

Cómo llegar a San Javier

Desde la ciudad de Santa Fe, el acceso es directo por la Ruta Provincial 1, bordeando el río y atravesando paisajes rurales encantadores. Son unos 150 kilómetros que se recorren en aproximadamente dos horas.

Desde Buenos Aires, se puede llegar en auto en unas 7 horas, combinando la Autopista Buenos Aires-Rosario con la Ruta Nacional 11 y luego la Ruta 1. También hay servicios de ómnibus de larga distancia, aunque no con frecuencia diaria, por lo que conviene consultar horarios con anticipación.

¿Por qué elegir San Javier para una escapada?

Porque es distinto. No hay multitudes, ni filas, ni ruido. Hay río, naturaleza, cielos abiertos, historia viva y una sensación de paz que no se compra en ningún lado. San Javier es un lugar donde mirar el atardecer se vuelve ritual, donde las charlas con los locales enriquecen cada paseo y donde lo simple se vuelve especial.

Ideal para parejas, familias tranquilas o viajeros curiosos que quieren descubrir un rincón del Litoral que aún conserva su alma intacta.