La Nochevieja es una de esas fechas que atraviesa culturas, religiones y geografías. Aunque el espíritu festivo es universal, lo que se sirve en la mesa varía muchísimo de un país a otro. En algunos lugares manda la tradición, en otros el ritual simbólico y en muchos casos, una mezcla de comida, supersticiones y celebración compartida. Un recorrido ideal para curiosos, foodies y amantes de la gastronomía cultural.

Argentina: clásicos que no fallan

En Argentina, la cena de Año Nuevo es familiar y amigable. Los platos fríos y rendidores son protagonistas: ensalada rusa, vitel toné, pavita rellena, pionono y ensalada de frutas.

La comida se combina con rituales caseros: fuegos artificiales, escribir deseos para el año nuevo y quemarlos, charlas largas y brindis compartidos. Más que el menú, lo central es la mesa como espacio de encuentro.

España: uvas, asado y rituales clásicos

En España, la cena de Año Nuevo suele ser abundante y cargada de tradición. En muchas regiones se destacan las gambas y los langostinos como entrada, mientras que los platos fuertes más elegidos son el cochinillo o el cordero asado.

El cierre dulce es infaltable: turrones y las famosas 12 uvas que se comen a la medianoche para atraer buena suerte. A eso se suma un ritual muy popular: usar ropa interior roja para llamar al amor en el año que empieza.

Japón: respeto por la tradición

En Japón, el Año Nuevo tiene un fuerte componente cultural y simbólico. Aunque el pollo frito es protagonista en Navidad, para esta fecha se vuelve a lo tradicional con platos como soba toshikoshi, sashimi y osechi ryori.

Uno de los rituales más impactantes ocurre fuera de la mesa: los templos budistas hacen sonar 108 campanadas, que representan la purificación de los pecados del año que termina. Comer y reflexionar van de la mano.

Estados Unidos: celebración regional

En Estados Unidos no hay un menú único de Año Nuevo. Todo depende de la región, pero es común encontrar jamón glaseado, pastel de carne y pavo acompañado con salsa de arándanos.

También suelen aparecer coles de Bruselas asadas, pan de maíz, camote al horno, galletas de jengibre y tarta de manzana. El beso a la medianoche y la caída de la bola en Times Square forman parte del ritual colectivo.

Alemania: comida contundente y supersticiones

La cena alemana de Año Nuevo es fuerte y reconfortante. En muchas mesas hay carpa o arenque, salchichas con chucrut y raclette, además del clásico berliner relleno de mermelada.

El brindis se hace con champagne o sekt, y también con un ponche caliente de ron, vino tinto, limón, canela y clavo. Los fuegos artificiales son centrales, al igual que antiguos rituales como derretir plomo o cera para "leer" el futuro.

Marruecos: celebraciones puntuales

En Marruecos, el Año Nuevo no se vive como una celebración religiosa. La mayoría de los festejos se concentran en ciudades turísticas, donde quienes participan suelen compartir té, frutos secos y baile.

La verdadera festividad importante se da el 10 de enero, por lo que la Nochevieja occidental se vive de manera más relajada y sin un menú establecido.