El asado, mucho más que un plato

En Argentina, el asado no es solo comida: es tradición, encuentro y sobremesa eterna. Y si bien cada barrio tiene su parrilla de culto, Lo de Charly ocupa un lugar especial en la gastronomía porteña. ¿Por qué? Porque acá el ritual del asado se vive las 24 horas.

Un ícono en Palermo

Ubicado en Álvarez Thomas al 2100, este bodegón parrillero es referencia para quienes buscan comer bien sin importar la hora. Como muestra un creador de contenido en redes: "¿Sabías que en Buenos Aires hay una parrilla donde podés comer a las 4 de la mañana? Sí, existe, y es Lo de Charly".

No importa si llegás de madrugada, a la hora del almuerzo o entrada la noche: las brasas siempre están listas.

Foto: @parrillalodecharly

Qué se come en Lo de Charly

El menú es abundante y pensado para compartir. La opción más buscada es la parrillada para dos, que incluye:

• Chorizo

• Morcilla

• Pollo

• Chinchulines

• Entraña

• Asado

• Cerdo

• Guarnición (papas fritas o ensalada)

Todo por alrededor de $41.700.

Si le sumás una bebida grande y un postre clásico (como el flan mixto), la cuenta para dos ronda los $50.000, sin cubierto y con la posibilidad de comer tanto en el salón como al aire libre.

Foto: @parrillalodecharly

Precios actualizados

Según la carta, estos son algunos de los platos más pedidos:

• Parrillada para 2: $41.700.

• Parrillada para 3 (con provoleta, riñón y más variedad): $64.100.

• Promo asado individual: 2 tiras de asado + guarnición. $21.400.

• Promo vacío para 2: incluye provoleta, chorizo, morcilla y guarniciones. $42.500.

Además, frente al local hay un espacio exclusivo de delivery y take away, ideal para quienes prefieren disfrutar del asado en casa.

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Una parrilla con historia

Con más de tres décadas en Palermo, Lo de Charly se consolidó como punto de encuentro de amigos, familias y noctámbulos. Su sello es simple pero efectivo: carne tierna como manteca, porciones generosas y precios que no arruinan el bolsillo.

Ya sea después de un recital, de madrugada tras una salida o en pleno almuerzo de domingo, este clásico demuestra por qué es uno de los restaurantes en Buenos Aires más queridos por locales y turistas.