29/09/2025
A pocas horas de vuelo desde Buenos Aires, Misiones guarda uno de sus secretos mejor conservados: el Salto Teodoro Cuenca. Con una caída de agua de 14 metros, un arroyo cristalino y un entorno natural intacto, este rincón es perfecto para una escapada diferente, entre paisajes, historia y turismo sustentable.
Argentina está repleta de lugares que combinan paisajes únicos, historia y tranquilidad, ideales para una escapada desde la ciudad. Uno de esos destinos es el Salto Teodoro Cuenca, un salto de agua imponente rodeado de vegetación exuberante y caminos naturales que invitan a perderse en el verde.
Este paraíso natural se encuentra en la localidad de Campo Ramón, en la provincia de Misiones. La cascada, de 14 metros de altura, es el punto central de un arroyo que se extiende por más de siete kilómetros en medio de un entorno preservado, perfecto para quienes aman la naturaleza en estado puro.
Este atractivo natural no solo destaca por su belleza, sino también por su historia. Hasta 2019 era conocido como Salto Escondido, pero cambió su nombre en homenaje al cantautor misionero Teodoro Cuenca, quien solía presentarse bajo los árboles del lugar, regalando su música a quienes lo visitaban.
Ese lazo entre naturaleza y cultura le da al lugar un carácter especial y auténtico. Además, el trabajo constante por preservar su ecosistema llevó al Salto Teodoro Cuenca a ser candidato a los Best Tourism Villages 2024 de la ONU, un reconocimiento que premia destinos que impulsan el turismo rural y sostenible.
Visitar este rincón del norte argentino es una experiencia que combina relax, naturaleza y aventura. La principal atracción es, por supuesto, la cascada de 14 metros, un espectáculo natural ideal para la contemplación, la fotografía o simplemente para disfrutar del sonido del agua en medio del bosque.
Además, se puede recorrer el arroyo de siete kilómetros, perfecto para caminatas a la sombra de la selva misionera o para quienes buscan un contacto más profundo con el entorno natural. También es un lugar ideal para realizar actividades de turismo ecológico y sostenible, aprendiendo sobre la biodiversidad local y la importancia de conservar estos espacios.
Y si te gusta la cultura, el espíritu del cantautor que da nombre al salto sigue vivo en el lugar, sumando un componente emocional y artístico a la experiencia.
Para visitar el Salto Teodoro Cuenca, primero hay que llegar a la provincia de Misiones, algo que se puede hacer fácilmente en avión desde Buenos Aires hasta Posadas, la capital provincial.
Desde allí, el trayecto en auto es de aproximadamente 150 kilómetros (unas 2 horas y media) por la Ruta Nacional 12 hasta San Ignacio, y luego por la Ruta Provincial 103 hasta Campo Ramón. La ruta es sencilla y bien señalizada, y el camino se vuelve parte del disfrute, rodeado de vegetación subtropical.
El Salto Teodoro Cuenca es de esos lugares que todavía conservan la magia del descubrimiento. No es un destino turístico masivo, y justamente ahí radica su encanto: poder disfrutar de un entorno natural intacto, con historia, cultura y paisajes que parecen sacados de un cuento.
Ideal para una escapada desde Buenos Aires, este rincón escondido en Misiones invita a desconectarse del ruido urbano y reconectar con lo esencial: el agua, el verde y el silencio. Un destino perfecto para quienes buscan naturaleza en estado puro y experiencias que quedan grabadas en la memoria.
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