23/06/2025
En una esquina mítica de Barracas se mantiene vivo uno de los bodegones más antiguos de Buenos Aires: El Puentecito. Fundado en 1873, conserva su esencia intacta, con platos típicos, porciones para compartir y ese ambiente familiar que enamora desde la primera visita. Entre milanesas napolitanas gigantes, tortilla de papa y parrilla bien argentina, este rincón histórico ofrece una experiencia que va mucho más allá de lo gastronómico: es un viaje al pasado con los sabores del presente.
Ubicado en la esquina de Luján y Vieytes, en el tradicional barrio de Barracas, El Puentecito es mucho más que un restaurante: es una institución gastronómica porteña. Abierto desde 1873, este bodegón supo recibir a figuras históricas como Hipólito Yrigoyen, Raúl Alfonsín y hasta al mismísimo Guy Williams, el actor que interpretó a El Zorro.
Lejos de quedarse en el recuerdo, el lugar se reinventa con cada comensal que se acerca en busca de buena comida, precios honestos y porciones que invitan a compartir.
La propuesta de El Puentecito es amplia y reconfortante. Con más de 100 platos en su menú, se destacan los clásicos de toda la vida, preparados con el sabor casero que define a los bodegones porteños:
Milanesa napolitana para compartir: crocante, generosa y cargada de queso y salsa. Un emblema del lugar.
Costillitas de cerdo a la riojana: jugosas y acompañadas con papas o puré.
Tortilla de papa: dorada por fuera, tierna por dentro.
Parrilla completa: chorizo, mollejas, provoleta y una tira de asado para chuparse los dedos.
Postres caseros: flan mixto, budín de pan y almendrado, como los de antes.
Los platos llegan a la mesa rebosantes y se sirven en bandejas grandes, ideales para compartir entre dos o incluso tres personas. El ambiente es relajado, con mozos de los de antes, manteles a cuadros y una atención amable que te hace sentir en casa.
Más allá del menú, la experiencia de comer en El Puentecito es única. La ambientación conserva detalles de época: paredes con fotos antiguas, estanterías de madera, botellas de vino añejas y una barra que invita a un vermut antes de la comida.
Quienes lo visitan coinciden en lo mismo: se come bien, mucho y barato. Es uno de esos lugares donde la relación precio-calidad emociona, sobre todo en tiempos donde no es fácil salir a comer sin gastar una fortuna.
Dirección: Luján 2101, esquina Vieytes 1895, Barracas
Horarios:
Martes a domingo de 12 a 16 h
Reservas: No obligatorias, pero recomendadas para fines de semana. Aceptan efectivo, tarjetas y mercado pago
Cómo llegar: Colectivos 20, 45, 70, 134, 95 | A 4 cuadras de la estación Hipólito Yrigoyen (Línea Roca)
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