Un rincón porteño con alma de bodegón

En una ciudad donde los precios suben y los lugares "de moda" suelen dejar el bolsillo vacío, "El Nacional" sigue siendo una excepción. Este bodegón, ubicado sobre Bolívar al 200, muy cerca de la Plaza de Mayo, conserva la esencia de lo auténtico: platos abundantes, precios accesibles y una atención cálida que invita a volver.

No tiene Instagram ni TikTok, pero sí algo mucho mejor: una clientela fiel que lo recomienda de boca en boca. Para los vecinos del barrio, este restaurante es un secreto compartido; para los turistas, una sorpresa con sabor casero y espíritu porteño.

El encanto de lo simple

En "El Nacional" no hay vajilla de diseño ni decoración moderna. Su ambiente colonial y familiar combina con las calles adoquinadas del centro histórico de Buenos Aires, frente a la Iglesia San Ignacio de Loyola, uno de los templos más antiguos de la Ciudad.

El salón y las mesas a la calle recrean ese clima de bodegón de otra época, donde comer bien y sentirse cómodo vale más que cualquier estética. Los mozos de siempre, las porciones que llegan humeantes y la atmósfera relajada hacen que cada almuerzo se sienta como estar en casa.

Platos abundantes y precios imbatibles

En tiempos donde un almuerzo puede costar una fortuna, los precios de este bodegón sorprenden. La carta es simple, sabrosa y generosa:

• Fideos "Rosa" o "Paroissien" - $7000

• Tapa de asado con papas - $9000

• Boccatino de pollo a la mostaza - $8000

• Entraña a la pizza - $12.000

Cada plato llega en porciones grandes, ideales para compartir o para los que llegan con mucho apetito. Es el tipo de lugar donde el mantel puede ser de papel, pero el sabor y la abundancia son de lujo.

Ideal para un almuerzo porteño

Ubicado en pleno centro, "El Nacional" es perfecto para quienes trabajan por la zona o están de paseo por el casco histórico. Además de comer en el local, ofrecen delivery, una opción práctica para quienes buscan un almuerzo de oficina con el gusto de la comida casera.

La propuesta es simple: comer bien, mucho y barato, sin vueltas. En una ciudad donde cada bodegón que resiste se vuelve parte de la memoria gastronómica, este rincón de Montserrat es un testimonio vivo de la gastronomía porteña tradicional.

Una joya escondida de Montserrat

Por fuera puede pasar desapercibido, sin carteles llamativos ni fachada moderna, pero quienes lo descubren saben que "El Nacional" representa lo mejor del espíritu porteño: comida casera, precios justos y atención cercana.

Entre platos que abundan y charlas que se estiran entre cafés, este bodegón demuestra que todavía hay lugares donde lo importante no está en las redes, sino en la mesa.