21/10/2025
Cheddar, bacon, milanesa y mucha imaginación. En Ramos Mejía, Sin Fin Bodegón se hizo famoso por sus creaciones XXL y por romper las redes con platos que desafían la lógica. ¿El hit del momento? El alfajor de milanesa, una locura que ahora tiene su versión 2.0.
En la gastronomía porteña, hay un antes y un después de Sin Fin Bodegón. Ubicado en Ramos Mejía, este restaurante logró lo que parecía imposible: convertir una milanesa en fenómeno viral. Su receta combina creatividad, exceso y sabor, con un espíritu bien argentino que conquistó Instagram y TikTok.
Todo comenzó con una idea descomunal: el alfajor de milanesa, un invento que mezcla humor, ingenio y una devoción innegable por este clásico nacional. Pero lejos de quedarse ahí, el equipo de Sin Fin fue por más y lanzó nuevas versiones que elevaron la apuesta.
Primero llegó la creación que revolucionó las redes. Dos tapas de milanesas, como si fueran las galletitas de un alfajor, envuelven un relleno fundente de cheddar, bacon, verdeo y salsa barbacoa, todo cubierto por un mix de quesos blancos, más cheddar y lluvia de bacon por encima.
El resultado es una combinación explosiva de sabores y texturas, que se derriten en la boca y dejan a cualquier amante del bodegón sin palabras. Rinde para tres personas... aunque pocos logran resistirse a comerlo entero.
Después del éxito inicial, llegó su versión potenciada: el Alfajor de Milanesa Cheddar Melt, una evolución aún más irresistible, pensada para los verdaderos fanáticos del exceso gastronómico.
Cuando parecía que nada podía superar al alfajor, Sin Fin volvió a sorprender con otra genialidad: la Tortilla Milanesa Melt. Una reinterpretación napolitana que combina lo mejor de dos mundos -la milanesa y la tortilla- en un mismo plato.
Imaginá una tortilla rellena con milanesa, queso cheddar derretido y lluvia de bacon crujiente. El resultado es pura tentación: capas doradas, queso fundido, texturas crocantes y un sabor que redefine lo que entendemos por comfort food.
Esta nueva creación mantiene el espíritu del bodegón clásico, pero con una vuelta moderna y provocadora, ideal para quienes disfrutan de esas comidas que se suben a las redes antes de llegar a la mitad del plato.
En tiempos donde todo se comparte en redes, Sin Fin Bodegón se ganó un lugar como uno de los restaurantes en Buenos Aires más virales. Su propuesta combina platos exagerados, presentaciones irresistibles y una buena dosis de humor, logrando que cada visita sea una experiencia memorable.
Los fanáticos del bodegón tradicional encuentran aquí una versión más descontracturada, que mantiene el sabor casero pero suma una estética creativa y provocadora. Es el tipo de lugar donde uno va a comer, pero también a sorprenderse y divertirse.
El epicentro de esta revolución milanesa está en Espora 251, Ramos Mejía, en el corazón del conurbano bonaerense. Un destino ideal para quienes buscan dónde comer en Buenos Aires y quieren probar algo distinto, entre lo absurdo y lo delicioso.
Abrir la carta de Sin Fin Bodegón es encontrarse con un desfile de platos XXL, llenos de sabor y sin miedo a romper las reglas. Porque si algo define a este lugar, es justamente eso: la creatividad sin límites.
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