Fútbol, amigos y bodegón: una trilogía bien argentina

En Argentina hay cosas que no se negocian: la camiseta, los amigos y la comida. Y si se pueden disfrutar juntas, mucho mejor. En distintos puntos de Buenos Aires y alrededores hay bodegones que se convirtieron en templos donde el fútbol se vive con cuchillo y tenedor en mano.

No hace falta ser hincha del club para disfrutarlos: lo importante es ir con hambre y ganas de compartir. Las porciones son generosas, el ambiente es cálido y la gastronomía porteña se luce en cada plato. Si buscás ideas sobre dónde comer en Buenos Aires con un toque futbolero, tomá nota de estos imperdibles.

Los Bohemios (Atlanta - Villa Crespo)

En pleno corazón de Villa Crespo, este bodegón rinde homenaje al club Atlanta y a la tradición porteña. Con platos abundantes ideales para compartir, "Los Bohemios" es un punto de encuentro perfecto para ir con amigos después del partido o simplemente disfrutar de una buena cena en un ambiente con historia.

El menú ofrece todos los clásicos de los restaurantes en Buenos Aires, pero hay algunos que sobresalen: la Provoleta Bohemia (con morrón y panceta), la entraña con papas bravas y los ravioles de osobuco.
Dirección: Humboldt 540
Horarios: Todos los días de 20 a 00 h; martes a domingo también al mediodía de 12 a 16 h.

Foto: Instagram @losbohemios.restaurante

La Caldera Resto (Independiente - Caballito)

En Av. Boyacá 470 se encuentra un rincón rojo donde la pasión por Independiente se mezcla con sabores bien porteños. La Caldera Resto es mucho más que un lugar para comer: es un punto de encuentro para hinchas que quieren revivir momentos históricos del club mientras disfrutan de platos que van desde lo clásico hasta lo gourmet.

El ambiente cálido, los recuerdos futboleros en cada rincón y la atención cercana lo convierten en un imperdible de la zona. Ideal para los que buscan gastronomía porteña con identidad de club.

Dirección: Av. Boyacá 470
Horarios: Martes a sábados al mediodía de 12 a 00 h; Lunes de 12 a 20 h; Domingos 12 a 16 h

Foto: Instagram @lacalderaresto

Jugador Nº12 (Boca Juniors - Puerto Madero)

En Puerto Madero, uno de los barrios más visitados por turistas, está Jugador Nº12, un bodegón 100 % xeneize. Su decoración es un homenaje al club y a la historia del fútbol argentino, con camisetas, fotos y banderas por todos lados.

Además de los platos abundantes, la experiencia es inmersiva: cada rincón está pensado para que los fanáticos de Boca vivan una comida distinta, como si estuvieran dentro de la Bombonera.

Dirección: Av. Alicia Moreau de Justo 1738
Horarios: lunes a viernes de 11:30 a 16:30 h y 19:30?a oo:30; sábados y domingos 11:30 a 01:30 h

Foto: Instagram @bodegon.jugadorn12

SecreTiTo (Racing - Palermo)

Autodenominado "el bodegón de la Academia", SecreTiTo es un lugar que todo amante del fútbol (y de la carne) tiene que visitar al menos una vez. Su carta combina lo mejor de la parrilla argentina con pastas y mariscos, y cada plato es una demostración del espíritu racinguista.

Entre los imperdibles están el vacío mantecoso, el costillar (se puede pedir entero con anticipación) y los raviolones de salmón. Perfecto para una cena en grupo después del partido o para disfrutar un almuerzo con historia de tribuna.
Dirección: Dorrego 2720
Horarios: Martes a sábado de 12 a 15 h y 19:30 a 23:00

Foto: Rodrigo Nespolo- La Nacion

Bodegón El Globito (Huracán - Parque Patricios)

En la sede social del Club Huracán, El Globito es un clásico absoluto de Parque Patricios. Este bodegón familiar combina el espíritu barrial con platos abundantes que invitan a compartir.

Las milanesas gigantes y otras minutas tradicionales son protagonistas, en un ambiente cargado de pasión futbolera donde cada comida se siente como un tercer tiempo.

Dirección: Av. Caseros 3159

Horarios: Lunes a sábados de 12 a 16 h y 20 a 01 h; Domingos 12 a 16h

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Platos generosos y mucha pasión: una experiencia distinta en Buenos Aires

Estos bodegones demuestran que el fútbol se vive también en la mesa. Son ideales para una comida con amigos, una previa de cancha o simplemente para empaparse del espíritu de club aunque no seas hincha.