1. Reconquista y Bartolomé Mitre - Contrastes en pleno microcentro

En el corazón del centro porteño, esta esquina es un ejemplo perfecto de cómo Buenos Aires combina lo antiguo con lo moderno. Por un lado, el brutalismo imponente del edificio del ex Banco de Londres, obra de Clorindo Testa; por el otro, construcciones de estilo francés que evocan la elegancia de principios del siglo XX. Ideal para sacar fotos que muestren los extremos de la arquitectura porteña en un solo encuadre.

2. Caminito y Don Pedro de Mendoza - La postal más colorida de La Boca

Aunque sea una parada clásica, esta esquina siempre sorprende. Caminito es mucho más que una calle: es un homenaje al arte popular, al tango, y a la identidad barrial. Los conventillos pintados, los artistas callejeros, y el aroma a parrilla generan un ambiente que enamora. Esta esquina late con la energía de los domingos boquenses y es infaltable en cualquier tour turístico por la ciudad.

3. Avenida Belgrano y Perú - Un gigante del Jugendstil en Monserrat

El edificio Otto Wulff es una joya arquitectónica que muchos pasan por alto. Sus esculturas en forma de atlantes parecen cargar el peso de la ciudad sobre sus espaldas. Este rincón del casco histórico combina arte europeo con la energía porteña, y ofrece uno de los cafés al aire libre con mejor vista del barrio. Perfecto para hacer una pausa y dejarse sorprender por los detalles que esconde la ciudad.

4. Florida y Marcelo T. de Alvear - Glamour con vista a la historia

Frente a la Plaza San Martín, esta esquina ofrece un viaje al pasado con el icónico Hotel Plaza como protagonista. Fue el primer hotel de lujo de Sudamérica y aún conserva esa atmósfera de elegancia clásica. Rodeada de embajadas, edificios históricos y la arboleda de la plaza, esta zona invita a caminar sin apuro, cámara en mano, descubriendo postales señoriales.

5. Diagonal Norte y Bartolomé Mitre - Un rincón veneciano en pleno centro

Muchos lo llaman "el edificio del Banco Comafi", pero pocos conocen su historia. Con su estilo neogótico veneciano y su forma triangular, esta construcción parece fuera de lugar en medio de las avenidas más transitadas. Pero eso la hace aún más fascinante: es un pedacito de Europa escondido entre rascacielos porteños. Ideal para mirar hacia arriba y dejarse sorprender.

Un paseo por la esencia de la ciudad

Estas cinco esquinas son solo una muestra del espíritu diverso y encantador de Buenos Aires. Ya seas turista o porteño curioso, caminar por la ciudad con la mirada atenta te lleva a descubrir detalles que no están en las guías pero que construyen su identidad.

Explorar estas esquinas es dejarse llevar por la historia, el arte y la vida cotidiana de una ciudad que nunca deja de reinventarse, y que guarda en sus rincones la clave de su encanto.