Un rincón con historia, sabor y calma en Villa Urquiza

En la esquina de Pedro Rivera y Altolaguirre, alejado del circuito gastronómico más tradicional, Bonario se presenta como una cantina moderna, de esas que invitan a volver. Su estética combina calidez hogareña y detalles contemporáneos, logrando un equilibrio entre lo familiar y lo sofisticado.

El local fue creado por un grupo de amigos que crecieron entre aromas de cocina casera y largas sobremesas, y esa identidad se respira en cada rincón: desde el sillón terracota bajo la luz natural, hasta las mesas de vereda rodeadas de plantas. Todo está pensado para disfrutar sin prisa, como en la casa de la nona, pero con una vuelta gourmet.

El chef y su carta: tradición con técnica

La cocina está a cargo del chef Sebastián Iraola, quien diseñó una carta que respeta los sabores de siempre, pero con un enfoque actual y producto fresco. En Bonario, cada plato cuenta una historia, y esa historia se sirve con estética cuidada y sabores equilibrados.

Entre los imperdibles del menú:

Entradas

• Boquerones con pickles de pepino: frescos y crocantes, ideal para abrir el apetito.

• Provoleta con mango y sriracha: una fusión inesperada que funciona.

• Buñuelos de espinaca y mozzarella: pura nostalgia en versión crocante.

Principales

• Milanesa de bife de chorizo con tagliatelle de espinaca: porción generosa y de sabor intenso.

• New York steak con papas rotas y criolla de mango: un clásico reinventado.

• Musaka tradicional y goulash de hongos con cremoso de papa: comfort food en su máxima expresión.

• Truchón patagónico y frittata de mar: opciones frescas que evocan el mar.

Pastas y arroces

• Ravioles de trucha con puerro,

• Risotto de hongos y queso azul,

• Panzotti de mozzarella y cebolla caramelizada: platos que combinan técnicas modernas con recetas familiares.

Postres y bebidas: el cierre ideal

Para cerrar, la carta de postres ofrece versiones refinadas de clásicos argentinos y europeos:

• Flan casero con caramelo,

• Torta vasca,

• Brownie con helado artesanal.

En bebidas, Bonario cuenta con una selección de vinos argentinos bien curada, cócteles de autor y mocktails frescos, todos disponibles por copa o botella.

Comer en Bonario: una experiencia sensorial

Visitar Bonario es mucho más que sentarse a comer: es vivir un momento.
Desde el aroma a pan recién horneado, hasta la textura crocante de un buñuelo casero, cada plato despierta recuerdos y conecta con los sentidos.

La iluminación tenue, la madera, los colores cálidos y la atención amable del personal completan una experiencia donde todo parece fluir. Ideal para una cena en pareja, un almuerzo largo entre amigos o incluso un brunch al sol.

¿Cuánto cuesta comer en Bonario?

Los precios son accesibles dentro del segmento gourmet porteño.

• Entradas desde $6.000

• Principales entre $9.000 y $14.000

• Postres desde $4.500

• Vinos por copa desde $4.000

También hay opciones para compartir y un brunch completo los fines de semana, con cafés especiales, panes artesanales y platos calientes desde $10.000.

Dónde queda y cómo reservar

Dirección: Pedro Rivera 4929, esquina Altolaguirre - Villa Urquiza, CABA
Días y horarios: Abierto de martes a domingo, desde el desayuno hasta la cena
Reservas: Se pueden hacer por Instagram @bonariorestaurant o por WhatsApp (enlace en bio)