Un clásico oriental que conquistó las cocinas porteñas

La cocina india y de Medio Oriente viene ganando cada vez más lugar en Buenos Aires. Entre sus preparaciones más queridas está el pan naan, un pan plano, esponjoso y levemente elástico, ideal para compartir en la mesa. Aunque en su versión tradicional se cocina en tandoor (horno de barro), esta receta te permite hacerlo en una sartén común, sin perder su textura ni su sabor característico.

El naan significa literalmente "pan" en persa, y se cree que su origen se remonta al siglo XVI. Hoy, está presente en restaurantes de cocina india, vegetariana y también en versiones caseras que permiten disfrutarlo sin necesidad de técnicas sofisticadas.

Cómo hacer pan naan casero en sartén

Ingredientes (para 6 a 8 porciones)

• 300 g de harina (2 ½ tazas)

• 120 ml de agua tibia (½ taza)

• 120 g de yogur natural (½ taza)

• 1 cucharadita de levadura seca o fresca

• 1 cucharadita de sal

• 1 cucharadita de azúcar

• Manteca derretida (opcional)

TIP Baires Gourmet: podés usar yogur griego o natural sin azúcar. También queda genial con un toque de ajo en la manteca final.

Paso a paso

1. Activá la levadura: mezclá el agua tibia con el azúcar y la levadura en un bowl pequeño. Dejá reposar 5 minutos hasta que haga espuma.

2. Prepará la masa: en otro bowl, mezclá la harina con la sal. Agregá la levadura activada y el yogur. Integrá hasta obtener una masa homogénea.

3. Amasado y reposo: volcá la masa en la mesada con un poco de harina y amasá por 7 a 10 minutos. Luego dejala descansar tapada en un bowl aceitado durante una hora, hasta que duplique su tamaño.

4. Formá los panes: dividí la masa en 6 a 8 partes y estirá cada una en forma de disco fino.

5. Cocción sin horno: calentá una sartén a fuego medio-alto y cociná cada pan unos 2 minutos por un lado (hasta que se formen burbujas) y 1 minuto por el otro. Podés presionar suavemente para lograr el efecto inflado.

6. Toque final: apenas salgan de la sartén, pincelalos con manteca derretida. También podés sumar ajo picado o hierbas para un extra de sabor.

Una experiencia que va más allá del pan

Comer pan naan casero es una experiencia sensorial. La textura elástica, la corteza crocante y el aroma a manteca y yogur invitan a compartirlo como entrada, guarnición o incluso como base para preparar wraps. En Buenos Aires, cada vez más cocineros lo incorporan a sus menús o lo replican en casa, demostrando que no hace falta horno para lograr un pan inolvidable.

Además, es una receta ideal para quienes buscan cocinar sin horno, con pocos ingredientes y en poco tiempo. Su versatilidad lo convierte en una opción perfecta para sumarle un toque diferente a cualquier comida.