El auge del vino en la noche porteña

El vino dejó de ser solo el acompañamiento de una comida para convertirse en protagonista. En Buenos Aires, los wine bars ganaron terreno entre quienes buscan disfrutar una copa sin las formalidades de un restaurante. Desde espacios íntimos hasta bares con terraza, la propuesta combina relax, gastronomía y una excelente selección de etiquetas nacionales.

Turvina: el rincón de San Telmo donde el vino se disfruta sin reglas

Ubicado sobre la avenida Caseros, en una de las zonas más lindas y bohemias de San Telmo, Turvina es un punto de encuentro joven y relajado donde el vino se vive con frescura. El lugar suma música en vivo, eventos especiales y un ambiente al aire libre que invita a quedarse horas.

La carta está a cargo de la sommelier Sofía Maglione, quien armó una selección con más de 120 etiquetas de distintas regiones del país, desde bodegas reconocidas hasta proyectos emergentes. Para acompañar, hay tapas artesanales como tortilla española o salchicha parrillera, perfectas para compartir.

Dónde queda: Av. Caseros 474, San Telmo
Horarios: de miércoles a sábado, de 17:30 a 00; domingos, todo el día.

Gran Bar Danzón: el clásico que nunca pasa de moda en Retiro

A pasos de la Plaza San Martín, Gran Bar Danzón fue uno de los primeros wine bars de la ciudad y un verdadero pionero de la movida. Nació a fines de los años '90 como un espacio secreto y distinto, y hoy es un clásico de la gastronomía porteña.

Su cava guarda más de 350 etiquetas, con botellas históricas y de colección. Además, su cocina acompaña a la perfección con opciones como sushi, ojo de bife, matambrito de cerdo, salmón y risotto. Un equilibrio perfecto entre elegancia y sabor, ideal para una cita o una noche entre amigos.

Dónde queda: Libertad 1161, Retiro
Horarios: lunes a viernes desde las 19; sábados, domingos y feriados desde las 20.

Un brindis por Buenos Aires

Ya sea en un deck bajo las luces de San Telmo o en un salón elegante cerca de la Plaza San Martín, los wine bars porteños son mucho más que lugares para beber vino: son experiencias completas. Ideales para quienes disfrutan descubrir etiquetas nuevas, compartir una buena charla y, por qué no, enamorarse de un Malbec distinto cada noche.