El Progreso: historia y abundancia en el corazón del centro

Ubicado en Sarmiento 1334, entre Talcahuano y Uruguay, El Progreso es mucho más que un bodegón: es un pedazo de historia porteña. Reconocido por su parrillada completa y sus menús abundantes, este restaurante tiene un plato que se roba todas las miradas: el matambre a la pizza en su punto justo.

El menú es un verdadero festín: desde salchichas parrilleras hasta chorizos, morcillas, mollejas, chinchulines y riñones asados. Todo eso acompañado por la posibilidad de pedir menú libre, ideal para quienes disfrutan comer en cantidad.

Pero no termina ahí. También ofrecen merienda libre, con una propuesta que incluye tabla de fiambres, tortas caseras, medialunas, panqueques, pastelitos y hasta huevos revueltos con bacon. Una opción perfecta para quienes buscan algo distinto en la tarde porteña.

Para llegar, hay varias líneas de colectivo que te dejan cerca: 8, 102A, 23A y 180A.

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Turf Parrilla: Boedo en su máxima expresión

En el barrio de Boedo, el clásico es Turf Parrilla. Ubicado en Inclán 3802, este bodegón es famoso por la calidad de su cocina y por la calidez de su ambiente. Su matambre a la pizza es una marca registrada y uno de los platos más buscados por quienes lo visitan.

La carta es amplia y variada: milanesas gigantes en todas sus versiones, parrilladas con cortes premium (vacío, tira de asado, pollo, mollejas, chinchulines y más), y opciones tradicionales como ñoquis con salsa boloñesa o canelones de verdura.

Eso sí: Turf suele estar lleno, por lo que lo mejor es llegar temprano para asegurarse un lugar. Abren de martes a domingos, de 12 a 16 hs y de 20 a 00 hs.

Foto: Turf Parrilla

Dónde comer un buen matambre a la pizza en Buenos Aires

Tanto El Progreso como Turf Parrilla representan lo mejor de la gastronomía porteña: abundancia, tradición y sabores que remiten a lo más auténtico de la mesa argentina.

Si buscás restaurantes en Buenos Aires donde la comida sea generosa y el ambiente tenga ese aire clásico de bodegón, estos dos lugares son paradas obligadas.

Ya sea en el bullicio del centro o en el corazón de Boedo, el plan es el mismo: disfrutar de un matambre a la pizza que demuestra por qué este plato es uno de los grandes favoritos en la Ciudad.