Los mejores champagnes del mundo, los más excepcionales, se elaboran con vinos de una única añada en la que la cosecha presentó una calidad especial. Son los que llamamos millésime o vintage. Este es el caso de Laurent Perrier Alexandra Rosé, del que sólo existen siete añadas. La archiconocida bodega ya disponía de un champagne rosado, muy popular y situado entre los mejores. Pero este rosé de la centenaria maison encarna el lujo de lo exclusivo. Es una botella de champagne más cara, pero vale con creces lo que cuesta. Se trata de un distinguido ensamblaje de uvas pinot noir (80%) y chardonnay (20%) cultivadas en los mejores viñedos franceses -los denominados grand cru-, pertenecientes a una única y excepcional añada y seleccionadas escrupulosamente. Diez años de envejecimiento en rima redondean este prodigio de refinado color salmón pálido y finísima burbuja.

De entre los clásicos aperitivos para acompañar champagne, te sugerimos que te inclines por el foie gras mi-cuit o la langosta braseada como compinches de Laurent Perrier Alexandra Rosé 2004.

De un rosé de excepción a otro, porque Champagne Fleur de Miraval Rosé (75% chardonnay y 25% pinot noir) tiene una historia que contar, sobre todo si quieres conquistar a tu interlocutor(a). Para empezar, lo hace Brad Pitt... o casi. El atractivo actor es copropietario de la bodega Château de Miraval, donde se elabora, aunque los verdaderos hacedores son Los Péters, una familia dedicada al champagne desde hace más de un siglo. El soberbio champagne está inspirado en la leyenda de la Condesa Fleur de Miraval, una noble provenzal de la que se dice que solo bebía champagne rosado. Si al llegar a este punto aún te faltan argumentos, has de saber que de este champagne de burbuja fina y aroma sutil solo se ha hecho una edición limitada de 20.000 botellas.

Aunque puede acompañar una comida de principio a fin, un aperitivo con ostras le sienta como un guante.

En la Maison Lanson llevan haciendo algunos de los mejores champagnes del mundo desde 1970. Entre todos ellos, Clos Lanson es la verdadera joya que se produce en el jardín secreto de la bodega, frente a la catedral de Reims, y siempre en tirada limitada. Este monovarietal de chardonnay es un vino singular, con notas que lo diferencian sustancialmente de sus competidores. En nariz despliega aromas de fruta de hueso, bergamota, nueces y vainilla, para inundar después el paladar con suaves oleadas frutales y amaderadas.

Si quieres que en tu memoria su recuerdo sea tan largo como en tu boca, acompaña este pálido néctar dorado con un aperitivo de caviar o un revuelto de colmenillas.

Si buscas el champagne perfecto para agasajar a alguien de gustos clásicos, Cuvée William Deutz es la respuesta. Bodas de plata o de oro, "cumplemuchosaños", aniversarios y galas en general son algunos de los escenarios en los que brillará este magnífico coupage de las tres uvas autorizadas para elaborar champagne: pinot noir (66%), chardonnay (29%) y pinot meunier (5%).

En la bodega soterrada de Champagne Deutz diseñan este prodigio dorado brillante de diminutas burbujas y amplios aromas florales y especiados. Su presentación, como su finura, es impecable, gracias al estuche de lujo que lo contiene.

Para no desentonar con su clasicismo, armonízalo con buen marisco.

Y porque no todos los eventos especiales han de salirte "por un pico", uno de los mejores champagnes en relación calidad precio es este Bollinger Special Cuvée. La familia Bollinger es artífice de unos espumosos que no sólo se cuentan entre los mejores champagnes del mundo, sino entre los más conocidos, fama que deben al buen hacer demostrado desde 1829 y no a la arbitrariedad. Para este Special Cuvée emplean un 60% de pinot noir, un 25% de chardonnay y un 15% de pinot meunier, y es especial porque ensambla en su mayoría vinos de reserva conservados por partidas independientes entre 5 y 15 años. El resultado es un champagne de inusitada complejidad aromática y un precio imbatible en su segmento de calidad.