Una joya pastelera que sorprende a propios y turistas

En una ciudad donde el alfajor es casi religión, una marca del conurbano logró destacarse por llevar este clásico a otro nivel. Orense, con base en Quilmes, viene conquistando paladares desde 2013, y este año volvió a quedarse con el oro en el Campeonato Argentino del Alfajor 2025. Pero más allá de su línea tradicional, fue su propuesta más arriesgada -alfajores con bebidas alcohólicas- la que encendió la curiosidad de miles.

Con combinaciones como manzana con vodka, gin con limón o naranja con Aperol, estos alfajores no solo despiertan elogios entre expertos, sino que se han convertido en un atractivo para foodies, viajeros y buscadores de nuevas experiencias en Buenos Aires.

De Quilmes al podio: la historia detrás de la innovación

Orense nació como un proyecto artesanal fundado por Alejandro Estevez y hoy se posiciona como una de las marcas más premiadas del país. Este año, sumó seis medallas en distintas categorías del campeonato: desde el "alfajor sublime" hasta el "rey del chocolate blanco", sin descuidar un "empaque de vanguardia" que también fue distinguido.

Pero lo que más llamó la atención fueron sus sabores experimentales, promocionados primero en redes sociales y luego replicados por influencers y turistas. Lo que parecía una excentricidad, se convirtió en tendencia: hoy hay listas de espera para conseguir cajas de edición limitada.

¿Dónde probar estos alfajores únicos?

Aunque no tienen distribución masiva, los alfajores Orense pueden conseguirse en algunos locales del AMBA -especialmente en la zona sur- y a través de su tienda virtual. No es raro que se agoten rápido, por lo que conviene estar atentos a las redes de la marca para no perderse las ediciones especiales.

Los precios son accesibles en relación a la propuesta gourmet:

• Caja de 6 alfajores tradicionales: $6.800

• Caja de 12 alfajores tradicionales: $13.000

• Caja de 6 alfajores con alcohol (edición especial): $8.400

Una experiencia diferente para sumar al circuito gastronómico

Si bien los alfajores Orense se pueden disfrutar en casa, cada vez más visitantes los incluyen en su recorrido por sabores porteños y bonaerenses. No es raro encontrar a turistas que se llevan cajas como souvenir o que los prueban como parte de degustaciones alternativas junto a vinos, gin o café de especialidad.

El equilibrio entre lo dulce y lo alcohólico está cuidadosamente pensado para que cada bocado sorprenda sin saturar. El relleno de gin y limón, por ejemplo, tiene un sabor fresco y cítrico que recuerda a un cóctel veraniego, mientras que el de manzana con vodka es ideal para los que disfrutan de sabores más intensos.