11/12/2025
La remolacha es una de las verduras más elegidas por su versatilidad y valor nutricional, pero muchas veces la cocinamos de manera que pierde gran parte de sus beneficios. Te contamos cuál es el método que mejor conserva su sabor y propiedades, ideal para quienes aman la gastronomía porteña y la cocina casera.
La remolacha siempre está presente en la cocina diaria: ensaladas, purés, dips o chips, todo le queda bien. Además, es una verdura cargada de antioxidantes, fibra, potasio, ácido fólico y nitratos naturales, nutrientes que ayudan a regular la presión arterial y a cuidar la salud cardiovascular.
Pero algo clave que muchos pasamos por alto: la manera en que la cocinamos cambia muchísimo su valor nutricional. Y ahí es donde empiezan los errores más comunes.
Hervir es uno de los métodos más usados cuando pensamos en remolacha, especialmente para hacer puré o sumar color a una ensalada. El problema es que parte de sus vitaminas hidrosolubles -como la C y el folato- terminan en el agua de cocción.
Por otro lado, freírla para hacer chips puede ser tentador, pero transforma una verdura liviana en una opción mucho más calórica. Además, el aceite altera la textura y modifica el sabor dulce natural que tanto la caracteriza.
Entonces... ¿cómo hacer para conservar todo lo bueno sin perder sabor?

El método que mejor funciona para mantener sus nutrientes, potenciar sus sabores y lograr una textura perfecta es asarla al horno.
Este tipo de cocción conserva antioxidantes, minerales como el magnesio y el potasio, y además concentra sus azúcares naturales sin necesidad de agregar nada extra.
El resultado: una remolacha más dulce, más firme y muchísimo más sabrosa. Ideal para acompañar platos caseros o sumar a recetas frescas.

Prepararla es simple y no necesitás ingredientes raros ni técnicas complicadas. Solo seguí estos pasos:
Lavar bien las remolachas para retirar toda la tierra.
Secarlas y envolverlas en papel aluminio para conservar la humedad mientras se cocinan.
Precalentar el horno a 200°C.
Colocar las piezas en una bandeja y hornear entre 45 y 60 minutos, según su tamaño.
Dejar enfriar y retirar la piel con las manos o un cuchillo.
Cortar en rodajas o cubos y condimentar con aceite de oliva, sal marina, pimienta o un toque de aceto.
Sencillo, práctico y mucho más saludable que hervir o freír.

La remolacha asada es perfecta para sumar a bowls, ensaladas o como guarnición casera. No hace falta ser chef ni conocer todos los secretos de los restaurantes en Buenos Aires para disfrutar un plato sabroso: alcanza con elegir el método de cocción adecuado.
Además, es una forma de mantener un ingrediente nutritivo dentro de la rutina diaria, algo cada vez más valorado en la gastronomía porteña.
Si te gusta buscar nuevas ideas de cocina, explorar sabores o simplemente mejorar tus recetas sin complicarte, este método es para vos. La remolacha asada no solo conserva sus beneficios, sino que suma un perfil dulce y profundo que realza cualquier plato.
Una técnica simple, rica y saludable que transforma una hortaliza clásica en una verdadera protagonista. Ideal para quienes disfrutan de la buena comida, ya sea en casa o descubriendo nuevas propuestas de gastronomía porteña en cada barrio.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
11/12/2025
Hudson: el polo gastronómico que enamora a media hora de CABA leer mas
11/12/2025
Lo que tenés que saber para conservarlo bien y disfrutarlo sin riesgos leer mas
10/12/2025

Edición Nº 1974 correspondiente al día 11/12/2025 Domicilio comercial: Bs. As. | Tel: