Un desembarco con sabor a prueba piloto

La propuesta inicial se centrará exclusivamente en la línea Bakery, que incluye porciones individuales de cheesecake importadas directamente desde Estados Unidos. No habrá menú completo ni servicio de salón: la apuesta es simple, medir la respuesta del público porteño con lo más reconocido de la marca.

En su mercado de origen, una porción ronda los USD 12, aunque los precios para Buenos Aires aún no se confirmaron. Por ahora, lo único seguro es que los fanáticos de la pastelería podrán acercarse al Alto Palermo y vivir una experiencia diferente dentro de la gastronomía porteña.

Quién está detrás de la operación

La llegada de The Cheesecake Factory a la región no es improvisada. Desde 2013, la marca trabaja con Alsea, operador gastronómico con fuerte presencia en América Latina. Este grupo es responsable del desarrollo de la cadena en México y Chile, y también maneja otras marcas reconocidas en Argentina, como Starbucks.

Esa experiencia podría ser clave para que, en el futuro, el formato Bakery evolucione hacia restaurantes en Buenos Aires. De momento, la empresa prefiere mantener los planes bajo reserva y evaluar la demanda con esta primera activación.

¿Habrá un restaurante en Argentina?

Por ahora, la respuesta es: no. La marca no anunció oficialmente la apertura de un local completo en el país. La estrategia es ir paso a paso, usando el pop-up como termómetro para medir cuánto entusiasmo genera la propuesta entre los consumidores locales.

En su comunicación con inversores, The Cheesecake Factory dejó en claro que planea abrir hasta 25 nuevos locales durante 2025, aunque no especificó si alguno de ellos estará en Argentina. Todo dependerá del interés que despierte este primer contacto con el público porteño.

La historia detrás de un ícono

Lo que empezó como un restaurante de servicio completo en Estados Unidos terminó convirtiéndose en una marca global. Con el tiempo, The Cheesecake Factory sumó su división Bakery, que no solo abastece a sus propios locales, sino también a socios internacionales y clientes externos.

Hoy la compañía cuenta con más de 30 restaurantes bajo licencia en el mundo y sigue expandiéndose en mercados estratégicos. El arribo a Buenos Aires marca un hito, porque se trata de una de las capitales gastronómicas más importantes de la región.

Un nuevo atractivo foodie en la ciudad

El pop-up en Alto Palermo se convierte en una parada obligada para quienes siempre soñaron con probar la famosa torta estadounidense. Y más allá de lo dulce, la llegada de una marca internacional de este calibre vuelve a poner a los restaurantes en Buenos Aires en el radar global.

Mientras tanto, los foodies porteños ya tienen un nuevo motivo para recorrer el shopping y disfrutar de un pedacito del sabor más icónico de Estados Unidos, ahora también disponible en la gastronomía porteña.