El Favorito Bodegón: un clásico con casi un siglo de historia

En pleno Munro, a pocas cuadras de la estación del Ferrocarril Mitre, se levanta un ícono barrial que lleva casi cien años reuniendo familias y amigos. El Favorito Bodegón fue restaurado respetando su esencia original, con objetos donados por los propios vecinos, lo que le devuelve ese aire de lugar con memoria y mística.

La carta arranca con las clásicas picadas, en distintas versiones frías y calientes: desde la lengua a la vinagreta hasta los buñuelos de espinaca y ricota, pasando por tortillas y albóndigas caseras en salsa fileto. También hay tablas de quesos y fiambres que hacen honor al espíritu bodegonero.

Entre los principales, la estrella es la milanesa El Favorito, servida con huevo frito, morrón asado y un toque de chimichurri de menta que marca la diferencia. No faltan carnes, ensaladas y pastas para todos los gustos.

Pero el gran momento llega al final: su brownie con helado, crocante por fuera y suave por dentro, acompañado de helado cremoso. En redes sociales se volvió el sello del lugar, y no es raro ver mesas completas pedirlo al unísono para cerrar la velada.

Dirección: Armenia 2562, Munro.
Abierto desde temprano hasta la madrugada, con horarios extendidos los fines de semana.

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El Viejo Bodegón: abundancia y espíritu familiar en Gaona y Segurola

Entre Villa Luro y Floresta, justo en la esquina de Gaona y Segurola, se encuentra otro templo de la gastronomía porteña: El Viejo Bodegón. Apenas entrás, los barriles de vino decorando el salón y el espacio de juegos para chicos marcan la pauta: acá la experiencia es en familia, relajada y sin pretensiones.

El menú es de los que cuesta elegir: rabas, provoleta y vittel toné entre las entradas, y platos principales que no se quedan atrás. Los recomendados de la casa incluyen una lasagna rellena gigante, ravioles negros de salmón rosado con crema de camarones y un bife especial napolitano tan tierno que, según cuentan los mozos, "se corta con cuchara".

En el apartado dulce, el postre que se lleva todos los aplausos vuelve a ser el brownie con helado. Aunque también sirven clásicos como flan, panqueques y peras al malbec, es la combinación de bizcocho tibio de chocolate con helado frío lo que hace que los comensales vuelvan una y otra vez.

Eso sí, los fines de semana suele llenarse, por lo que conviene reservar mesa para asegurarse un lugar. Con más de diez años de trayectoria, El Viejo Bodegón sigue firme como uno de los preferidos del oeste porteño.

Dirección: Av. Gaona y Segurola, entre Villa Luro y Floresta.
Muy concurrido los fines de semana, se recomienda reserva previa.

Foto: @elviejobodegon_

¿Por qué estos bodegones son un plan ideal en Buenos Aires?

Porque combinan lo mejor de la tradición con propuestas abundantes y accesibles. Ir a comer a El Favorito o a El Viejo Bodegón no es solo sentarse a la mesa: es vivir la experiencia de los restaurantes en Buenos Aires que mantienen viva la cultura de los bodegones, con platos caseros, porciones generosas y sobremesas largas.

Y si de postres hablamos, el brownie con helado en estos lugares ya es parte de la identidad foodie de la ciudad. Un must para quienes buscan dónde comer en Buenos Aires y disfrutar de un clásico que nunca pasa de moda.