Una calle porteña que conquista al mundo

Buenos Aires volvió a aparecer en el mapa global gracias a un reconocimiento que celebra lo que muchos ya saben: la calle Defensa es uno de los rincones más auténticos de la ciudad. Time Out Travel la incluyó entre las 31 calles más "cool" del mundo, destacando su mezcla única de tradición, vida urbana y propuestas culturales.

Este corredor atraviesa la ciudad desde Plaza de Mayo hasta Parque Lezama, concentrando arquitectura neocolonial, galerías modernas y una energía cotidiana que se renueva sin perder su esencia. Incluso los valores inmobiliarios reflejan esa impronta: mientras el promedio del barrio ronda los US$2149 por m², en Defensa puede subir hasta los US$2300.

El domingo, su día más vibrante

Si hay un momento clave para descubrir Defensa, es el domingo. La famosa Feria de San Telmo convoca a más de 15.000 visitantes cada semana, generando un paisaje lleno de colores, artesanías, antigüedades y música callejera. Es un clásico porteño que combina historia y entretenimiento como pocos paseos de la ciudad.

Entre semana, en cambio, Defensa ofrece una postal más serena: casonas que mantienen su encanto, cafés tradicionales, la icónica estatua de Mafalda sin largas filas y ese aire barrial que invita a caminar sin apuro.

Qué la convirtió en una de las calles más cool

Para elegir a las ganadoras del ranking, la revista reunió la mirada de editores y especialistas de todo el mundo. Los criterios que guiaron la selección fueron claros: oferta gastronómica, variedad de bares, diversidad cultural, entretenimiento y sentido de comunidad.

En Defensa encontraron un equilibrio preciso entre lo clásico y lo moderno. Una calle que se transforma sin perder su voz propia.

Gastronomía porteña de peso propio

La comida tuvo un rol clave en la elección. Entre los restaurantes en Buenos Aires más influyentes del recorrido aparece Don Julio, una de las parrillas más reconocidas del país. No solo destaca el asado: también su Malbec emblemático y las largas filas que forman parte de su mística.

A metros del lugar, otro ícono: El Preferido, un bar notable que Borges supo frecuentar. Sus embutidos artesanales y sus ensaladas con vegetales de huerta propia lo convierten en una parada infaltable dentro de la gastronomía porteña.

Para quienes quieren saber dónde comer en San Telmo, estos dos nombres bastan para entender por qué Defensa figura entre las calles más atractivas del mundo.

Galerías, arte y postales clásicas

Uno de los rincones más fotografiados de la zona es la Galería Solar de French, reconocida por su techo cubierto de paraguas de colores. Este espacio, inaugurado en los años 30, mezcla estética contemporánea con guiños al pasado: en su entrada luce una pintura que retrata a Domingo French y Antonio Luis Beruti durante la Revolución de Mayo.

Otro punto que conserva el espíritu histórico del barrio es la Plaza Dorrego, la segunda más antigua de Buenos Aires y declarada Monumento Histórico Nacional. Allí, en 1816, los vecinos celebraron la Independencia. Hoy, su entorno mantiene el encanto de las casonas del siglo XIX transformadas en bares, cafés y restaurantes.

Y para continuar el recorrido, el Pasaje Defensa ofrece una inmersión total en la Buenos Aires de antaño. Esta casona de 1880, reconvertida en galería, conserva salones restaurados, locales de antigüedades y un patio interno que es una joya del barrio.

Una calle que representa a Buenos Aires

Solo tres calles latinoamericanas lograron entrar al ranking global: Rua do Senado (Río de Janeiro), Álvaro Obregón (Ciudad de México) y Defensa, ubicada en el puesto 24. Un logro que refuerza su carácter único dentro de la escena urbana porteña.

Defensa es tradición, cultura, historia, música, turismo y gastronomía. Una calle que cambia sin perder lo esencial. Una invitación permanente a redescubrir San Telmo desde sus raíces.