La trampa turística que nadie te advierte

El Delta del Tigre es un clásico de las escapadas de fin de semana. Vas en tren, caminás por el paseo costero, respirás aire puro, y si tenés suerte, te topás con algún sitio pintoresco para comer. Pero no siempre hay suerte.

Lo de Negri es un restaurante que aparece como opción por ubicación: frente al río, con parrilla a la vista, menú criollo y mesas al aire libre. Suena bien. Pero si uno busca su nombre en TripAdvisor o Google Maps, las cosas cambian rápido.

"Desagradable por donde se lo mire, feo y sucio."
"La comida es básica, sin gracia, y cara para lo que ofrecen."
"Pedimos empanadas y parecían de supermercado recalentadas."
"No vuelvo más ni que me paguen."

La mayoría de las reseñas no critican un mal día, sino una experiencia sostenida de mediocridad, malas condiciones de higiene y una sensación de "haber sido estafados gastronómicamente".

¿Qué se come en Lo de Negri?

Según su carta, ofrecen:

• Parrilla (asado, chorizo, morcilla, vacío)

• Empanadas

• Papas fritas

• Pastas

• Algunas opciones de minutas

En teoría, es una típica carta criolla. En la práctica, según reseñas:

• Las empanadas "son frías y de masa industrial".

• Las carnes "vienen tibias, mal cocidas y sin sabor".

• Las guarniciones "aceitosas y pobres".

• El pan "duro como piedra".

• Y el postre... "mejor no pedirlo".

Lo más contundente: el precio no acompaña la calidad. Muchos visitantes remarcan que los valores no solo son altos, sino "absurdos" para lo que reciben.

El entorno no compensa

Una de las cosas que suele salvar a los restaurantes "con lo justo" es el paisaje. Pero incluso eso parece no alcanzar.

"El lugar está sucio, con manteles pegajosos y baños en mal estado."
"Hay olor raro en el ambiente y los mozos no te atienden con ganas."

Esto genera un combo fatal: ni buena comida, ni buena atención, ni lugar cómodo. Solo el sonido del río y la decepción.

¿Por qué se llena igual?

Porque está en un lugar estratégico. Muchas personas llegan a Tigre sin tener planeado dónde almorzar, y al caminar por la costanera se topan con Lo de Negri. Como hay mesas y parrilla a la vista, se asume que es una buena opción. Pero no todo lo que huele a asado termina bien.

¿Vale la pena ir?

Solo si sos periodista gastronómico buscando contenido. O si necesitás contar una historia de "la peor comida que comí este año".

Lo cierto es que Tigre tiene muchas otras opciones mejores: bodegones clásicos, cervecerías con cocina, casas de té, y restaurantes más alejados pero que ofrecen mejor atención, limpieza y sabor. Lo de Negri parece haberse quedado con lo básico... y ni siquiera lo hace bien.

Lo bueno (por decir algo)

• Tiene buena ubicación

• Aceptan tarjeta

• El solcito de la tarde es lindo

Tigre merece mejores embajadores culinarios. Y vos, como comensal, merecés algo más que una silla junto al río y una carne recalentada. Si querés comer rico en el Delta, caminá unos pasos más o hacé una reserva antes. Y si pasás por Lo de Negri, mejor que sea solo para mirar el cartel y seguir de largo.