Un postre histórico que parece salido de Florencia

Aunque muchos lo asocian con Florencia, no hay pruebas firmes de ese origen. Lo cierto es que el zuccotto es una tentación italiana que recuerda a un tiramisú gigante: húmedo, suave, aromático y perfecto para quienes aman los postres con capas.

Este dulce se caracteriza por su forma abovedada, como si fuera una pequeña tarta helada. La estructura se arma con pionono o bizcochuelo remojado en licor, mientras que en el interior aparece un relleno cremoso con ricotta, crema batida, chocolate y frutos secos. Una combinación que pisa fuerte entre quienes buscan sabores clásicos con un toque festivo.

Ingredientes básicos para un zuccotto casero

El corazón del postre es simple:

• Bizcochuelo o pionono que sirve como base y cobertura.

• Un poco de almíbar, jugo de naranja o licor para perfumar.

• Un relleno generoso de ricotta, crema montada, azúcar y chocolate.

• Frutos secos para aportar textura.

• Opcional: cacao para lograr un efecto marmolado que queda espectacular.

La magia está en equilibrar humedad, cremosidad y crocante, logrando una cúpula perfecta que se mantiene firme al desmoldar.

Cómo se arma la famosa cúpula italiana

El molde ideal es un bowl mediano, que ayuda a darle su característica forma de domo. Se forra con film y se cubre el interior con tiras de pionono humedecidas con una mezcla de almíbar y licor.

El relleno se prepara batiendo la ricotta con azúcar y vainilla. Por otro lado, se monta la crema y se mezcla suavemente con la ricotta. Luego se suman chocolate picado y frutos secos. Si se quiere una versión bicolor, simplemente se separa una parte del relleno y se mezcla con cacao.

El armado es por capas: primero el relleno claro, luego el oscuro, o bien se alternan según el estilo que se busque. Se tapa con una fina lámina de pionono y se deja enfriar varias horas hasta que tome cuerpo.

Después, solo queda desmoldar y espolvorear con cacao o azúcar impalpable para darle un toque final.

Una receta ideal para la gastronomía porteña

Aunque no es un clásico de los restaurantes en Buenos Aires, el zuccotto encaja perfecto en el paladar porteño: tiene crema, chocolate, frutos secos y un estilo casero pero elegante. Es de esos postres que podrían brillar tanto en una mesa familiar como en una carta moderna de barrio.

Su estética también suma puntos. Esa forma de semiesfera con capas de relleno lo vuelve súper "instagrameable", perfecto para quienes buscan qué probar o dónde comer en Buenos Aires con la mirada atenta a lo visual.

Bonus dulce: trufas Dubái para acompañar

Dentro del universo repostero, otro bocado que gana protagonismo son las trufas Dubái. Con solo tres ingredientes -chocolate, pasta de pistacho y un rebozado de pistachos o coco- se convierten en una opción rápida y tentadora para completar la mesa dulce.

La preparación es sencilla:
Derretir el chocolate, mezclarlo con la pasta de pistacho, enfriar hasta que tome consistencia, formar bolitas y rebozar. Lo importante es usar un recipiente hermético para conservarlas bien en la heladera.

Un complemento ideal para quienes quieren armar una experiencia dulce completa en casa.