Una escapada al norte sin salir del conurbano

A veces, para viajar lejos no hace falta tomar un avión. A tan solo 58 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en el partido de Pilar, existe un rincón que transporta directo a la esencia del norte argentino. Se trata de La Tucumanita, una casona antigua reconvertida en espacio cultural y gastronómico, donde cada detalle remite a la tierra natal de Mercedes Sosa.

La propuesta fue ideada por Claudio Sosa, sobrino de la icónica cantora tucumana, con la intención de rendir homenaje a sus raíces. Aquí, los visitantes no solo encuentran platos típicos del norte, sino también una ambientación auténtica, música folclórica suave de fondo y una calidez que remite a casa de abuela.

Una experiencia con identidad

El espacio sorprende desde su fachada: una casona construida en 1860, restaurada sin perder su espíritu colonial. Al ingresar, los visitantes se encuentran con fotografías familiares, instrumentos típicos, cuadros y objetos antiguos que cuentan una historia en cada rincón. No es casual: cada elemento fue elegido para evocar recuerdos y sentimientos ligados al norte.

Más que un restaurante, La Tucumanita es una experiencia turística en sí misma, ideal para quienes buscan escapar del ruido porteño y sumergirse en una atmósfera distinta, aunque cercana. La música folclórica de fondo, el aroma a locro casero y la amabilidad de sus anfitriones completan un combo perfecto para una escapada de medio día o fin de semana.

Cómo llegar

El acceso es simple: desde CABA se toma la Autopista Panamericana rumbo a Pilar, y en aproximadamente 45 minutos (dependiendo del tránsito) se llega al centro del distrito. El restaurante se encuentra en Víctor Vergani 578, en una zona tranquila, con estacionamiento accesible y señalización clara.

Este rincón tucumano es una excusa perfecta para descubrir Pilar desde otro ángulo, combinando historia, cultura y tradición. Ideal para quienes buscan un paseo diferente en Buenos Aires, con un toque de nostalgia y mucho de identidad.