06/05/2025
Teodelina, en el sur de Santa Fe, es un destino poco conocido que combina uno de los espejos de agua más hermosos del país, una pileta salada única y la calidez de un pueblo de menos de 5.000 habitantes. Un lugar ideal para escapar de la rutina porteña y reconectar con lo esencial.
A veces no hace falta cruzar medio país para vivir una escapada memorable. A poco más de cuatro horas de Buenos Aires, Teodelina espera como un destino que combina naturaleza, tranquilidad e historia. Este pequeño pueblo santafesino, ubicado casi al límite con Buenos Aires, es un hallazgo para quienes buscan salir de la ciudad y sumergirse en un entorno rural, lejos del ruido y el apuro.
El gran imán turístico de Teodelina es la laguna El Chañar, un enorme espejo de agua que invita a pasar el día entre caminatas, pesca recreativa y avistaje de aves. Al lado, el balneario El Edén sorprende con una pileta de agua salada de 13 millones de litros -sí, leíste bien-, con 158 metros de largo y 50 de ancho. El agua, que surge del subsuelo, le da un toque especial y convierte a este lugar en uno de los balnearios más singulares de la región.
Fundado en 1904 alrededor de la estación de tren, Teodelina conserva el encanto de las localidades del interior: casas bajas, calles arboladas, y una plaza central -la Plaza Ituzaingó- donde suelen organizarse ferias, festivales folklóricos y encuentros culturales. También destacan las plazoletas Paseo de los Niños y Elvira Porta, ideales para descansar bajo la sombra de los árboles o para llevar a los más chicos.
La estadía en Teodelina es simple, pero cálida. Hay opciones de hospedaje que van desde hosterías familiares hasta camping con servicios básicos. En cuanto a gastronomía, no esperes lujos ni fine dining: lo mejor está en lo casero, con restaurantes y almacenes locales que ofrecen panificados, dulces y comidas hechas por productores de la zona. El verdadero lujo acá es otro: el silencio, la calma y el aire fresco.
Desde CABA, el trayecto en auto lleva unas cuatro horas y media. Se toma Panamericana (Acceso Norte), luego la Ruta Nacional 8 hasta Colón, se sigue por la Ruta Provincial 50 hasta General Arenales, y finalmente se conecta con la Ruta Provincial 65 para llegar a Teodelina.
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