El secreto de unas rabas perfectas

Las rabas son un clásico indiscutido de la cocina porteña. Este plato, típico de bares y bodegones, combina la suavidad del calamar con un rebozado liviano que realza su sabor natural. La receta que compartimos hoy te permitirá lograr unas rabas doradas, crujientes y con ese toque casero que tanto gusta.

Ingredientes para 4 porciones

• 1 kilo de tubos de calamar limpios
• 5 huevos
• ½ cucharadita de sal
• 1 diente de ajo picado
• 1 cucharada de perejil fresco picado
• 250 g de harina
• 500 cc de aceite para freír
• 2 limones

Preparación paso a paso

1. Preparar el calamar:
   Cortá los tubos de calamar en anillos de aproximadamente 2 cm de grosor. Esto garantizará una cocción uniforme y una textura tierna.

2. Preparar el rebozado:
   Batí los huevos en un bowl grande y agregales el ajo picado, el perejil fresco y la sal. Este toque aromático es fundamental para darle personalidad al plato.

3. Rebozar las rabas:
   Pasá cada anillo de calamar primero por la mezcla de huevo y luego enharinalos asegurándote de que queden bien cubiertos.

4. Freír las rabas:
   Calentá el aceite a fuego medio en una sartén profunda. Cuando esté bien caliente, freí los anillos durante 1 minuto y medio o hasta que estén dorados.

5. Escurrir y servir:
   Retirá las rabas con una espumadera y colocalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Servilas calientes acompañadas de gajos de limón, que aportan frescura y realzan su sabor.

Un plato que invita a compartir

Las rabas a la romana son perfectas para una picada con amigos, una entrada en una comida especial o simplemente para disfrutar un momento de relax en casa. Su textura crocante y su sabor sutil pero sabroso las convierten en un plato irresistible.

Además, esta receta es ideal para quienes buscan un plato rápido: en tan solo 23 minutos tendrás una bandeja de rabas listas para sorprender a tus invitados.

Consejos para unas rabas inigualables

• Calamar fresco: Siempre optá por calamares frescos para asegurar una textura suave y un sabor auténtico.
• Aceite a la temperatura correcta: El aceite debe estar caliente pero no humeante. Esto evita que las rabas queden grasosas.
• El toque del limón: Nunca olvides el limón. Su acidez complementa a la perfección la crocancia y suavidad de las rabas.