1. Museo Histórico Nacional + Café con historia en San Telmo

Ubicado frente al Parque Lezama, el Museo Histórico Nacional es la parada perfecta para comenzar el feriado empapándote de historia argentina. El emblemático edificio de San Telmo guarda piezas únicas de la etapa independentista: documentos originales, armas de época y el famoso sable corvo del General San Martín.

Después del recorrido, nada mejor que hacer una pausa en alguno de los bares notables que rodean la zona:

• El Hipopótamo (Brasil y Defensa), con su barra de madera y sus vitrales intactos desde 1909, ideal para un café con medialunas.

• O el clásico Bar Británico, justo en la esquina, donde un vermut con picada se convierte en ritual.

Defensa 1600, San Telmo.

2. Museo Nacional de Bellas Artes + Paseo gourmet por Recoleta

En el corazón de Recoleta, el Museo Nacional de Bellas Artes propone un recorrido visual de primer nivel. Obras de Goya, Van Gogh, Rodin y Berni conviven en una de las pinacotecas más importantes de Latinoamérica. La entrada es gratuita, y suele haber muestras temporales imperdibles.

A pocos metros, podés combinar el paseo con un almuerzo o merienda en La Biela, otro bar notable frente a la iglesia del Pilar, con mesas al aire libre ideales para disfrutar un café con historia. También podés acercarte a los food trucks de la Plaza Francia, donde se mezclan opciones clásicas con platos internacionales a buen precio.

Av. del Libertador 1473, Recoleta.

3. Teatro Colón + El café escondido en el Pasaje de los Carruajes

¿Sabías que el Teatro Colón tiene su propia confitería secreta? Además de poder visitar este ícono porteño por dentro con sus visitas guiadas, el Pasaje de los Carruajes (un túnel oculto entre calles Tucumán y Toscanini) esconde un rincón gastronómico: Confitería Blue, perfecta para una pausa con café de autor y pastelería elegante.

La historia del teatro y este pasaje hablan de una Buenos Aires de otros tiempos, y pasear por allí el 9 de Julio suma un toque mágico al feriado.

Cerrito 628, Centro.

4. Avenida de Mayo y el Obelisco: historia a pie y cafés icónicos

Comenzá en Plaza de Mayo y recorré la Avenida de Mayo hasta el Obelisco, una caminata que combina arquitectura, historia y paradas tentadoras. En el trayecto podés frenar en clásicos como:

• Café Tortoni, con sus salones parisinos y su chocolate con churros.

• Los 36 Billares, con su menú patrio de locro, empanadas y vinos por copa.

Desde allí, podés llegar al Obelisco en pocos minutos y, si reservás con anticipación, subir hasta su mirador 360°. Ideal para una foto patria desde las alturas.

Desde Plaza de Mayo hasta Av. 9 de Julio.

5. Calle Corrientes: libros, teatro y la mejor pizza porteña

Nada más porteño que una caminata nocturna por la Calle Corrientes. Entre librerías, marquesinas iluminadas y música en vivo, este paseo se transforma en una experiencia completa con parada obligada en alguna de las pizzerías clásicas:

• Güerrin, con su mítica de muzza al molde.

• Las Cuartetas, con fainá y vermut.

Y si tenés ganas de seguir, el Complejo Teatral San Martín o el Centro Cultural de la Cooperación siempre tienen funciones interesantes para terminar el día con arte.

Desde Av. Callao hasta el Obelisco.