Comer sin gluten también puede ser un placer

Salir a comer es, para muchos, un ritual cotidiano. Pero cuando hay celiaquía de por medio, ese ritual puede convertirse en un campo minado. Preocupación por la contaminación cruzada, escasa oferta en las cartas y desconocimiento general sobre la cocina sin TACC son moneda corriente en la experiencia de los comensales celíacos. Frente a esta realidad, el colectivo Antigourmet, con el apoyo de Cunnington y la periodista especializada Mariana Merlo, lanzó una propuesta que busca cambiar las reglas del juego: La Ruta Sin Gluten.

Lejos de ser una simple guía, esta iniciativa propone un recorrido turístico-gastronómico por Buenos Aires y alrededores, con paradas en locales que no solo ofrecen platos sin gluten, sino también una experiencia pensada para que cada cliente se sienta seguro y bienvenido.

Un mapa en expansión que comienza el 21 de mayo

La propuesta se activará desde el 21 de mayo y se extenderá a lo largo de todo junio con publicaciones semanales en el Instagram de Antigourmet. Cada semana se sumarán nuevos episodios, sorteos y recomendaciones, generando una comunidad participativa que podrá sugerir locales y compartir experiencias.

Lejos de limitarse a una lista cerrada, La Ruta Sin Gluten está viva: busca crecer con la ayuda de quienes más la necesitan, generando una red de confianza para celíacos y personas con sensibilidad al gluten en toda el Área Metropolitana.

Algunas paradas imperdibles

Entre los primeros destinos confirmados de esta travesía culinaria se encuentran:

• Da Leo Gluten Free Pizzería (Bernal): un local 100% sin TACC que elimina todo riesgo de contaminación cruzada. Ofrecen desde fugazzetas bien cargadas hasta empanadas y postres caseros. Ideal para reencontrarse con sabores típicos, sin restricciones.

• Churros El Topo (Belgrano): el clásico sabor del churro ahora apto para celíacos. Hechos con cuidado extremo y fritura segura, se pueden acompañar con dulce de leche o chocolate caliente.

• Manolo, Cachito Premium y Mambo (La Plata): tres propuestas con alma de bodegón que lograron adaptar sus cartas manteniendo porciones generosas y ese espíritu familiar tan argentino.

Una experiencia para los sentidos

Lo que une a todos estos espacios no es solo el cumplimiento de normas sanitarias, sino el compromiso con una experiencia completa: atención atenta, menús variados y una ambientación que invita a quedarse. La Ruta Sin Gluten apuesta a recuperar el placer de improvisar una salida sin temor, algo que muchas personas con celiaquía habían perdido.

Comer sin gluten no tiene por qué ser aburrido ni monótono. Esta iniciativa lo demuestra con platos que huelen a hogar, texturas que sorprenden y sabores que invitan a repetir. Desde una pizza crocante hasta unos churros recién hechos, cada parada es una invitación a redescubrir el gusto de salir a comer.