28/07/2025
Buenos Aires está llena de parrillas, pero solo algunas logran convertir el vacío -ese corte típico de nuestros asados- en una verdadera obra de arte. En esta nota, te llevamos de paseo gastronómico por dos bodegones emblemáticos: La Brigada, donde comió Maradona, y Carnes Rojas, un clásico de Villa Devoto con patio y porciones que dan pelea.
El vacío es un clásico indiscutido del asado argentino. Proviene de la zona costillar del animal, es fibroso y sabroso, pero su cocción exige precisión: demasiado crudo y resulta duro, demasiado cocido y pierde su gracia. Por suerte, hay dos lugares en Buenos Aires donde saben cómo prepararlo al punto justo, y visitarlos es casi una obligación para locales y turistas.
En pleno casco histórico de la ciudad, La Brigada es más que una parrilla: es una institución. Fundada en 1992 por Hugo Echevarrieta, este bodegón se convirtió en parada obligada para turistas, políticos, actores y hasta el mismísimo Diego Maradona.
Ubicado en Estados Unidos 465, el restaurante destaca por su estética de cantina tradicional: vitrinas antiguas, paredes de madera, fotos de época y una cava con más de 60.000 etiquetas de vinos argentinos. Pero lo que realmente lo pone en el mapa es su vacío, tierno como manteca, que puede cortarse con cuchara.
"Nosotros tenemos una casa que tiene 400 cubiertos por turno", cuenta Echevarrieta en el documental Todo sobre el asado, de Netflix.
El servicio es ágil, la atención amable y el ambiente invita a quedarse largo rato. Ideal para turistas que quieren una experiencia bien porteña. Se llega fácilmente en colectivo (líneas 8, 86, 126, 130, 159) o en subte (Línea C, estación Independencia).
Más al norte de la ciudad, Carnes Rojas es un secreto a voces entre los vecinos de Villa Devoto. Este bodegón típico tiene porciones abundantes, precios amigables y un patio hermoso para comer al aire libre en días lindos.
El vacío es la estrella, pero también se lucen otras opciones como asado, pechito de cerdo, provoleta, rabas con limón y unas empanadas fritas que merecen su propia nota.
Ubicado en Avenida San Martín 6080, es ideal para grupos grandes, reuniones familiares o almuerzos distendidos entre amigos. El ambiente es cálido, sin pretensiones, y el foco está puesto donde debe estar: en la comida. Se puede llegar en colectivo (líneas 78, 80, 105, 108, 146).
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