Un paseo urbano con sabor global

Comer pollo frito no es solo una cuestión de sabor: es una experiencia que apela a los sentidos, a los recuerdos y a la simpleza. En Buenos Aires, una ciudad con oferta gastronómica para todos los paladares, este clásico con raíces sureñas de EE.UU. también tiene su lugar.

A través de una receta patentada y un estilo de cocción que garantiza el equilibrio justo entre crocante por fuera y jugoso por dentro, KFC se volvió uno de los sitios preferidos para disfrutar del pollo frito estilo americano, una opción ideal para quienes quieren probar sabores del mundo sin salir del país.

La promo: cuándo, dónde y cómo aprovecharla

Para quienes estén en la ciudad este domingo 6 o lunes 7 de julio, la cadena KFC -ubicada en barrios como Palermo, Microcentro, Caballito, Recoleta y Avellaneda- ofrecerá su bucket clásico de 8 piezas a mitad de precio.

La propuesta es ideal para turistas que están de paso y buscan comer rico y rápido, pero también para porteños que quieren hacer un plan distinto sin gastar una fortuna. El ambiente en los locales es descontracturado, familiar, y muchos cuentan con espacios amplios para sentarse y disfrutar sin apuro.

Además, la promo aplica tanto para consumo en salón como take away y delivery, lo que permite armar un plan a medida: picnic en alguna plaza cercana, almuerzo express mientras se pasea por la ciudad o cena relajada después de un día de recorrida urbana.

Más allá del sabor: lo que representa el pollo frito

El Día Mundial del Pollo Frito se celebra en distintos países del mundo, y aunque no tiene una historia oficial de origen, se volvió tradición. ¿Por qué? Porque es uno de los pocos platos que trasciende edades, clases y culturas. Comido con la mano, entre risas, con amigos o familia, el pollo frito representa lo accesible, lo simple y lo sabroso.

En Buenos Aires, donde la oferta gourmet suele ser sofisticada, esta propuesta resalta por lo contrario: volver a lo básico y disfrutarlo con ganas.