Un bizcochuelo vegano con sabor a hogar

En una ciudad donde la pastelería y la merienda ocupan un lugar central en la vida cotidiana, el bizcochuelo sigue siendo un clásico irresistible. Pero esta vez, te traemos una versión diferente: vegana, sin leche, sin manteca y sin huevos, ideal para quienes eligen una alimentación más consciente o simplemente quieren probar algo nuevo y delicioso.

Lo mejor de todo es que no necesitás experiencia en cocina ni ingredientes raros. Esta receta es simple, rápida y económica, con el plus de ser apta para personas con restricciones alimentarias.

Ingredientes simples, resultado increíble

Para este bizcochuelo vegano vas a necesitar:

• 1 taza de azúcar

• 1 taza de agua

• 1/2 taza de aceite neutro

• 2 tazas de harina

• Ralladura de limón o de naranja (¡o ambas!)

• 1 cucharadita de polvo de hornear

• Una pizca de sal

Tip gourmet: Podés sumar chips de chocolate vegano, frutos secos picados o incluso especias como canela o jengibre para darle un toque especial.

Paso a paso: una receta sin secretos

1. Precalentá el horno a 180°C y prepará un molde (engrasado o con papel manteca).

2. En un bowl grande, mezclá el azúcar, agua, aceite, ralladura cítrica, sal y polvo de hornear.

3. Tamizá la harina e incorporala de a poco, mezclando hasta que quede una masa suave y sin grumos.

4. Verté la mezcla en el molde y llevá al horno por 30 a 40 minutos, hasta que al pinchar con un palillo, salga seco.

5. Dejalo enfriar por completo. Si querés, podés cortarlo al medio y rellenarlo con dulce de leche vegano, mermelada o crema de maní.

Merienda con alma: una experiencia simple y reconfortante

Este bizcochuelo no solo es rico y liviano, sino que invita a recuperar el ritual de hornear en casa. El aroma cítrico invade la cocina mientras se hornea, y la textura húmeda y aireada sorprende a cualquiera que lo pruebe. Ideal para disfrutar en una tarde de otoño, con una manta sobre las piernas y una infusión humeante entre las manos.

Ya sea que sigas una dieta vegana, tengas intolerancias o simplemente te animes a probar nuevas recetas, este bizcochuelo es una opción que combina placer, consciencia y sabor.