17/12/2025
El alfajor es parte del ADN argentino, pero su historia empieza muy lejos de acá. De Arabia a España y de ahí al Río de la Plata, este dulce fue mutando hasta convertirse en un ícono nacional. Un recorrido por su origen y sus versiones en distintos países.
El alfajor argentino tiene raíces mucho más antiguas de lo que solemos imaginar. Su antecesor directo es el alfajor andaluz, que llegó al país en el siglo XIX, pero antes de eso ya se consumía en Arabia hace unos 700 años bajo el nombre de al-hasú, que significa "el relleno".
Con el paso del tiempo, esa palabra fue transformándose hasta convertirse en "alfajor". Durante la conquista musulmana de la península ibérica, entre los años 700 y 1400, los árabes dejaron una huella profunda en la cocina europea, especialmente en los dulces. Miel, frutos secos y masas compactas fueron la base de muchas recetas que aún sobreviven.
Cuando esa tradición llegó a España, el alfajor se consolidó como un postre típico, muy ligado a las fiestas de fin de año. Y desde ahí, cruzó el océano para reinventarse por completo en Argentina.

La gran transformación ocurre al pisar suelo argentino. Acá, la receta cambia radicalmente: aparece el dulce de leche, un ingrediente que no tenía protagonismo en España, y se suma el chocolate, heredado de las culturas mesoamericanas.
El resultado es el alfajor tal como lo conocemos hoy. Dos tapas, un relleno generoso y múltiples variantes. Según el escritor Jorge D'Agostini, el alfajor actual es un "primo" del andaluz, que a su vez es heredero directo de los dulces árabes.
Un dato histórico curioso refuerza su peso cultural: la Constitución Nacional de 1853 fue redactada en una fábrica de alfajores de Santa Fe, conocida como Merengo. Como recuerdo, los constituyentes llevaron alfajores de dulce de leche a sus provincias, ayudando a difundirlos por todo el país.

No hay una sola versión confirmada. Una de las historias más conocidas habla de Augusto Chammás, un químico francés que llegó a la Argentina en el siglo XIX y modificó el formato del alfajor, pasándolo de cuadrado a redondo.
Otra corriente señala al santafesino Hermenegildo Zuviría, apodado "Merengo", como el primero en masificarlo. Más allá de la autoría, lo cierto es que el alfajor se volvió una obsesión nacional: se consumen millones por día y atraviesa todas las edades y clases sociales.
Hoy conviven versiones industriales con propuestas gourmet que aplican técnicas de pastelería europea y materias primas de alta calidad, algo que también se refleja en cafeterías y locales que forman parte del circuito de restaurantes en Buenos Aires.

En España, el alfajor sigue siendo un dulce típico de Navidad, especialmente en Andalucía y Murcia. La base suele ser una pasta de almendras, nueces y miel, muy emparentada con el turrón y el mazapán.
Puede presentarse como un cilindro compacto hecho con masa aglomerada con pan rallado o como un relleno de miel entre obleas de harina de trigo. Es menos cremoso y más denso que el argentino, pero mantiene el espíritu original del postre.

En Chile existe una versión muy similar al alfajor santafesino, con tapas finas y abundante dulce de leche. También aparecen los chilenitos, más pequeños, y los empolvados, cubiertos con azúcar impalpable.
Uruguay comparte la pasión alfajorera, aunque en menor escala. Allí destaca una variedad con una capa de merengue entre dos capas de dulce de leche, una combinación que muchos argentinos sienten como una cuenta pendiente de la industria local.
En México, el alfajor adopta múltiples formas según la región. Puede ser un dulce de azúcar, coco y leche, una pasta de fruta con bizcocho y almendras, o incluso una preparación de coco rallado cocido en miel de azúcar.
En Puebla se destaca la enorme variedad, con dulces de origen conventual del siglo XVIII, cortados en rombos o triángulos. En otros países como Venezuela, Nicaragua y Honduras, el alfajor es una pasta de jengibre, piña y harina de maíz o yuca.
En Colombia y Perú, la versión se acerca más a la rioplatense, con galletas rellenas de arequipe y coco o maní en los bordes.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
17/12/2025
Experiencias sensoriales, conceptos de nicho y nuevas formas de socializar: así se redefine la cultura cafetera porteña. leer mas
17/12/2025
Sin horno, fácil y bien veraniega: la receta perfecta para cerrar la mesa navideña con frescura y sorpresa. leer mas

Edición Nº 1980 correspondiente al día 17/12/2025 Domicilio comercial: Bs. As. | Tel: