23/06/2025
Con más de dos décadas sirviendo generosas porciones y platos sin fin, la tradicional parrilla El Tano de Wilde resiste con su menú libre a $34.000, en medio del revuelo por el cierre temporal de otra de sus sucursales. La propuesta incluye desde achuras y cortes premium hasta pastas caseras, guarniciones, postres y un brindis con champagne y helado. Ideal para quienes buscan un festín criollo sin preocuparse por la cuenta.
En una época donde salir a comer puede dejar temblando el bolsillo, hay rincones del conurbano bonaerense que todavía conservan esa mística de "comer bien, mucho y sin pagar una fortuna". Uno de ellos es la icónica parrilla El Tano, ubicada en Wilde, partido de Avellaneda, que sigue firme con su menú libre a $34.000 por persona.
Mientras las redes estallan con videos de destrozos en su sucursal de Sarandí, este local original continúa trabajando con normalidad, ofreciendo una experiencia gastronómica que ya es un clásico en Zona Sur: carnes a la parrilla, pastas caseras, guarniciones, bebidas, postres y hasta brindis final con champagne y helado.
La propuesta de El Tano parece salida de otra época, pero es real. Por un valor fijo, se puede disfrutar sin restricciones de:
Achuras y cortes tradicionales: chorizo, morcilla, mollejas, bondiola a la mostaza, vacío, matambre a la pizza, entraña y más.
Pastas caseras: ravioles de calabaza, sorrentinos de jamón y queso, ñoquis y tallarines con salsas como filetto, bolognesa o crema.
Guarniciones: papas fritas con cheddar, ensalada rusa, ensalada mixta, rúcula con queso y más.
Bebidas incluidas: media botella de vino o gaseosa cada dos personas, con opción de recarga.
Postres tradicionales: flan mixto, budín de pan, ensalada de frutas, helado o la infaltable Copa Don Pedro.
Brindis final: sí, al terminar la comida te invitan con una copa de champagne y una bocha de helado de limón.
Comer en El Tano es una experiencia de esas que se viven con los cinco sentidos. El aroma a brasas apenas se cruza la puerta, las mesas largas repletas de familias, grupos de amigos o parejas con ganas de disfrutar, y los mozos que no paran de traer platos uno tras otro. Acá no hay lugar para los tiempos muertos: siempre hay algo nuevo para probar.
El Tano se encuentra en Wilde, Avellaneda, a solo 20 minutos en auto desde Capital Federal. Su cercanía lo convierte en un destino ideal para escapadas gastronómicas de fin de semana.
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