10/06/2025
Parrilla con quebracho, horno de barro, disco de arado y una propuesta tan provocadora como cuidada. Malcriado nació en Parque Leloir para mimar al comensal con un entorno diseñado al detalle, platos intensos, vinos memorables y una atención de primera. En 2024, replicó su esencia en el shopping TOM de Tortuguitas. ¿El resultado? Una marca gastronómica que malcría los sentidos y propone una nueva forma de disfrutar el ritual de comer.
Desde que cruzás la puerta, Malcriado te cambia el chip. No es un restaurante más. Es un espacio que invita a desacelerar, a mirar alrededor, a oler el humo del quebracho y a entregarse a una experiencia hecha a medida. El nombre lo dice todo: acá no venís a comer bien... venís a que te malcríen.
Creado por Marcelo Fabián Gil, el mismo que fundó Bruce Grill Station & Wine Bar, este lugar surge como una evolución. Si Bruce trajo el estilo americano a Zona Oeste, Malcriado profundiza la identidad criolla con elegancia y osadía. Se trata de un concepto que mezcla cocina al fuego, vino de excelencia, diseño ambientado y una hospitalidad poco común en el circuito gastronómico.
Abrió sus puertas en julio de 2019 en Parque Leloir, pero su impacto fue tan potente que en enero de 2024 desembarcó en el TOM de Tortuguitas con una propuesta igual de contundente y bien adaptada a un nuevo entorno.
Malcriado basa su cocina en tres fuegos distintos que transforman cada plato en una obra de arte con sabor profundo, raíces y técnica:
Parrilla con quebracho colorado: el clásico argentino, elevado a categoría gourmet. El calor, el humo y la textura son inconfundibles.
Horno de barro: ideal para cocciones lentas, platos jugosos y sabores de campo.
Disco de arado: una vuelta a la rusticidad, al origen, al sabor de lo simple y perfecto.
Este tridente de técnicas permite reversionar lo criollo con una mirada contemporánea, manteniendo la esencia, pero sorprendiendo al paladar.
Decidir qué pedir en Malcriado es difícil. Todo tienta, todo brilla, todo huele bien. Desde las entradas hasta el postre, cada sección de la carta está pensada para jugar con tus sentidos:
Provoleta rellena de morcilla y verdeo sobre pan de especias y salsa casera.
Empanadas al horno de barro: humita ahumada, osobuco braseado, pollo con champis.
Cabezas de calamar fritas, cornalitos con zucchini.
Pinchos Mini Parri Malcriado, una bomba de sabor para los carnívoros de alma.
Divididos según la cocción:
Al fuego:
Tomahawk Steak (1,6 kg): carne con actitud, para compartir (o no).
Chuleta de Cerdo Tom & Jerry (900 g): un plato que pide aplausos.
Al horno:
Osobuco del Rey con puré de papas y cebolla salteada.
Cordero braseado en torre de papas. Sublime.
Al disco:
Bondiola con cerveza negra y puré de batatas con toffee.
Ternerita guisada con verduras de estación.
De osobuco, chorizo o morcilla en pan casero.
Ensaladas con langostinos apanados o mollejas doradas, tomates cherry, vinagretas italianas.
Budín de pan con nueces, flan con dulce, arroz con leche a la antigua.
Cheesecake Vigilante: la versión moderna de nuestro "queso y dulce".
Uno de los sellos más atractivos de Malcriado es que el vino no se sirve, se elige, se explora, se prueba. En Leloir, las máquinas Newine (32 picos) permiten al cliente servirse tres medidas: degustación, media copa o copa completa. En TOM, las máquinas Vitte italianas elevan el juego con presurización y temperatura exacta para cada etiqueta.
Entre las bodegas: Luigi Bosca, Catena Zapata, Salentein, Rutini, Ernesto Catena y muchas más. Y si te va más lo mixológico, la barra de cócteles de autor no se queda atrás: gin con botánicos a elección, negronis, tragos dulces y ácidos, y combinaciones con frutas, especias y personalidad.
En Parque Leloir, el local tiene dos plantas, terraza al aire libre entre árboles centenarios, cocina a la vista, barra de cócteles, lámparas de mimbre, paredes de vino, neones brillando y muebles que combinan rusticidad y diseño.
En Tortuguitas, se siente más moderno, minimalista y fresco. 700 m², con boxes acolchados, mesas grupales, piso de piedra, pecera de fuego, y paneles de madera con vegetación que separan espacios con un aire boutique.
En ambos, hay un lenguaje estético común: calidez, humor, elegancia sin rigidez, y una sensación general de que todo está pensado para hacerte sentir bienvenido, relajado y agasajado.
En Leloir, al llegar te dan un set de dados "malcriados". Los tirás... y podés ganar desde descuentos, copas extra o regalos sorpresa.
Además, de 18 a 21 h, hay happy hour de vino 2x1, perfecto para el after office o la previa del finde.
Y si vas solo, en pareja o en grupo grande, siempre hay lugar para vos: mesas flexibles, sectores privados para festejos en TOM, y hasta espacios románticos entre las copas de los árboles en la terraza de Leloir.
Malcriado Parque Leloir
Martín Fierro 3248, Ituzaingó
Todos los días de 18 a 01 hs
Malcriado TOM - Tortugas Open Mall
Colectora Norte 4002, km 36.5
Todos los días de 10 a 01 hs
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