Una receta que nunca falla

Si hay una receta que se mete en el corazón (y en las latas de galletitas de la abuela), esa es la de las galletitas de coco. Clásicas, fáciles y siempre rendidoras, estas delicias son un comodín dulce que nunca pasa de moda. Perfectas para acompañar una merienda porteña o para agasajar con algo casero y tentador.

La textura es clave: el coco le da esa capa crujiente y dorada por fuera, mientras que por dentro se mantienen suaves y esponjosas, gracias a la combinación de manteca, harina leudante y leche. ¿El resultado? Un bocado delicado, perfumado y lleno de sabor.

Ingredientes

• ½ taza de harina leudante

• ½ taza de manteca ablandada

• ½ taza de azúcar impalpable (glas)

• ½ taza de coco rallado (más extra para espolvorear)

• 3 cucharadas de leche en polvo

• 2 cucharadas de leche líquida

Paso a paso

1. En un bowl, batí la manteca blanda con el azúcar impalpable hasta lograr una mezcla cremosa.

2. Agregá el coco rallado, la harina y la leche en polvo. Mezclá bien hasta que quede una masa arenosa.

3. Sumá la leche líquida de a poco, solo lo necesario para unir la masa sin que quede pegajosa.

4. Formá bolitas con las manos y pasalas por coco rallado extra para darles una cobertura crocante.

5. Colocalas en una placa enmantecada o con papel manteca. Aplastalas con un tenedor para darles ese toque casero.

6. Horneá a 170?°C por unos 18 minutos, o hasta que los bordes estén apenas dorados.

7. Dejá enfriar sobre una rejilla antes de servir.

¿Con qué acompañarlas?

Estas galletitas combinan perfecto con un mate espumoso, un café intenso o una taza de té con especias. También podés convertirlas en postre si las untás con dulce de leche o las bañás en chocolate.

Son ideales para una merienda porteña con impronta casera, o como detalle dulce en cualquier picada urbana.