La Ciudad de Buenos Aires refuerza su apuesta hop-on hop-off con una nueva escala en Villa Crespo, el barrio de casas bajas donde la vida de club y la movida gourmet se mezclan a cada paso. Con pases de 24 o 48 horas, el clásico bus amarillo sumó un punto estratégico frente a Mercat (Thames 747), el flamante mercado de marcas independientes, donde la pizza al molde convive con el sushi fusión y los helados artesanales.

Un circuito que ahora sabe a barrio
El recorrido amarillo, que cada 30 minutos parte de Plaza de Mayo y da una vuelta de unas 3 horas por los rincones más emblemáticos de la ciudad, incluyó ya a La Bombonera, Caminito y paseos por Puerto Madero. Con la incorporación de Villa Crespo, los pasajeros pueden bajarse para:

• Degustar una porción en Mercat, rodeados de murales y mesas comunitarias.

• Tomar un café de especialidad o disfrutar de un brunch en alguno de sus locales de autor.

• Probar un gin tonic de autor o un vermut porteño en los bares de corrido de Av. Corrientes.

• Pasear entre tiendas de cuero y galerías de diseño en los pasajes que conectan Thames con Scalabrini Ortiz.

Cómo funciona el ticket
Con la modalidad hop-on hop-off, podés descender y volver a subir tantas veces como quieras, siempre que tu pase esté activo. Hay opciones de:

• 24 horas: ideal para quienes prefieren concentrar la experiencia en un solo día.

• 48 horas: perfecto para quienes quieren saborear sin apuro y combinar feriados.

Los precios son:

• Argentinos: $20 000 (adultos) y $10 000 (menores de 11 años y jubilados).

• Extranjeros: $40 000 (adultos) y $20 000 (menores).

A bordo, la audioguía en nueve idiomas (español, inglés, portugués, alemán, francés, italiano, chino, japonés y ruso) suma contexto histórico y recomendaciones culinarias de la zona.

De la parada al paladar
Imaginá esto: descendés junto al pasaje Thames y, apenas bajás, la barra de Mercat te recibe con aromas a masa leudada y mozarella caliente. Después, caminás unas cuadras hacia un café donde el lemon pie casero compite en fama con los alfajores de maicena. Cuando la tarde lo pida, un bar de cócteles cercano transforma tu gin en un brindis burbujeante antes de retomar el bus hacia tu próxima aventura.

Con Villa Crespo en el mapa, el Bus Turístico no solo recorre monumentos, sino que te convierte en protagonista de la escena gastronómica porteña. Subite, explorá y degustá tu ciudad sin bajarte del recorrido.